“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” (Filipenses 3:13-14)
El mes de enero recibe su nombre del dios romano, Jano el dios de los comienzos. Se le simbolizaba como un hombre con dos caras, una mirando atrás, y la otra adelante.
En este día hay unos que tienen problemas acerca de mirar adelante, porque siguen mirando atrás, viviendo en los errores del pasado. Su perspectiva del futuro esta entenebrecida, y su entusiasmo, paralizado. Pero de nada vale lamentar lo irrecuperable. La historia se irá repitiendo si nos mantenemos deprimidos por fracasos de este año, o continuamos quejándonos de las injusticias sufridas durante los últimos doce meses. No se gana nada lamentándose el pasado.
En este Nuevo Año, corrige lo que necesita corrección y luego, “Olvidando ciertamente lo que queda atrás”, prosigue a la meta con la esperanza y confianza en Dios.
No tengamos dos caras, como el dios romano de los comienzos. Más bien, con la mirada al frente, lancémonos adelante al 2012 con esperanza y gozo.
No comments:
Post a Comment