Dr MARTIN VASQUEZ

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Mesa, Arizona, United States
EDUCATION: Holt High School, Holt Mich., Lansing Community College, Southwestern Theological Seminary, National Apostolic Bible College. MINISTERIAL EXPERIENCE: 51 years of pastoral experience, 11 churches in Arizona, New Mexico and Florida. Missionary work in Costa Rica. Bishop of the Districts of New Mexico and Florida for the Apostolic Assembly. Taught at the Apostolic Bible College of Florida and the Apostolic Bible College of Arizona. Served as President of the Florida Apostolic Bible College. Served as Secretary of Education in Arizona and New Mexico. EDUCACIÓN: Holt High School, Holt Michigan, Lansing Community College, Seminario Teológico Southwestern, Colegio Bíblico Nacional. EXPERIENCIA MINISTERIAL: 51 años de experiencia pastoral, 11 iglesias en los estados de Arizona, Nuevo México y la Florida. Trabajo misionera en Costa Rica. Obispo de la Asamblea Apostólica en los distritos de Nuevo México y La Florida. He enseñado en el Colegio Bíblico Apostólico de la Florida y el Colegio Bíblico Apostólico de Arizona. Presidente del Colegio Bíblico de la Florida. Secretario de Educación en los distritos de Nuevo México y Arizona.

Monday, August 19, 2019

VIVIENDO MÁS ALLÁ DE LA MEDIOCRIDAD



“Y escribe al ángel de la iglesia en Lardácea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.” (Apocalipsis 3:14-16)

Un hombre de negocios prominente que matriculaba a su hijo en una universidad muy conocida meneaba su cabeza mientras el examinaba el catálogo de estudios de la escuela. “¿Tiene que tomar todos estos cursos mi hijo?” Él preguntó al decano. “¿No lo puede hacer más corto? Él quiere salir rápidamente.”

“Seguro que si, él puede tomar un curso más corto,” contestó el decano. “Pero, todo depende de lo que su hijo quiere ser. Cuando Dios quiere hacer un roble Él se toma veinte años, pero Él sólo toma dos meses para hacer una calabaza.”

Los atajos son atractivos, y usted está libre para tomar la salida fácil, pero esto es ser ordinario, uno de la muchedumbre, siendo mediocre.

En esta escritura Dios llama la mediocridad, tibieza. La gente de la iglesia de Lardácea no eran ni caliente, ni frio, ellos eran complacientes, ellos eran indiferentes al logro y ellos sólo estaban haciendo el papel. El mundo está lleno de la mediocridad. La mediocridad es el estado de ser moderado, hasta inferior en la calidad; ordinario. Dios no nos creó para ser mediocre, gente ordinaria.

El hombre no evolucionó de alguna ameba en el océano hace unos millones de años, como los científicos quieren que creíamos. No evolucionamos del mono como nos dicen los evolucionistas. Yo no sé de usted, pero yo fui creado en la imagen y la semejanza de Dios (Génesis 1:27). Somos extraordinarios en todas formas mediante Jesucristo. Dios nos ha dotado con la capacidad de pensar, para expresarnos con palabras, para amar y saber que fuimos creados por Él.

Somos la creación de Dios. Su carácter fue puesto en cada uno de nosotros en la creación. Cuando usted se siente sin valor o hasta comienza a odiarse, recuerde que Dios está en usted, listo y dispuesto a trabajar dentro de usted.

Siempre recuerde quién es usted; somos Su hijos, somos Su iglesia. Tenemos la promesa de Su amor perdurable y presencia. Somos herederos del cielo. Podemos hacer cualquier cosa por medio de Cristo. No se conforme por menos que lo mejor. Dios nos ha dado Su Espíritu, Su Palabra, Sus bendiciones, Él le ha dado dones. Ahora él espera que hagamos nuestro mejor para Su honra y gloria.

Si usted está viviendo una existencia mediocre, su alma está en el peligro. El mensaje muy claro de Dios es que Él está harto y no tolerará la mediocridad en su pueblo.


LIVING ABOVE MEDIOCRITY



“To the angel of the church in Laodicea write: These are the words of the Amen, the faithful and true witness, the ruler of God’s creation. I know your deeds, that you are neither cold nor hot. I wish you were either one or the other! So, because you are lukewarm—neither hot nor cold—I am about to spit you out of my mouth.” (Revelation 3: 14-16)

A prominent businessman who was enrolling his son in a well-known university shook his head as he examined the school's catalog of studies. “Does my son have to take all these courses?’ he asked the dean. “Can’t you make it shorter? He wants to get out quickly.”

“Certainly, he can take a shorter course,” replied the dean. “But it all depends on what your son wants to be. When God wants to make an oak tree He takes twenty years, but he only takes two months to make a squash.”

Short cuts are attractive, and you are free to take the easy way out, but that’s being ordinary, one of the crowd, being mediocre.

In this scripture, God calls mediocrity, lukewarmness. The people of the Laodicean church were neither hot nor cold, they were complacent, they were unconcerned with accomplishment and they were just going through the motions. The world is full of mediocrity. Mediocrity is the state of being moderate to inferior in quality; ordinary. God did not create us to be mediocre, ordinary people.

Man did not evolve from some ameba in the ocean millions of years ago like the scientists want us to believe. We did not evolve from the monkey as the evolutionists tell us. I don’t know about you but I was created in the image and likeness of God (Genesis 1:27). We’re extraordinary in every way through Jesus Christ. God gifted us with the ability to think, to express ourselves with words, to love and to know that we were created by Him.  

We are God’s creation. His character went into the creation of every one of us. When you feel worthless or even begin to hate yourself, remember that God is in you, ready and willing to work within you.

Always remember who you are; we are His children, we are His church. We have the promise of His abiding love and presence. We are heirs of heaven. We can do anything through Christ. Don’t settle for less than your best. God has given us His Spirit, His Word, His blessings, He has given you gifts. Now he expects us to do our best for His honor and glory.

If you are living a mediocre existence, your soul is in danger. The very clear message from God is that He is fed up with and will not tolerate mediocrity in his people.




Sunday, August 4, 2019

ARDIENDO EN EL FUEGO DEL ESPÍRITU SANTO



“El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará.” Levítico 6:13

Una iglesia que había sido construida hace muchos años fue incendiada una noche. El incendio podría ser visto por miles en cada dirección y esto atrajo a una gran multitud. Un hombre que nunca daría un paso dentro de la puerta de una iglesia y que se burlaba de los feligreses vino a mirar la quemadura de la iglesia. Un miembro de la iglesia se acercó a él y le dijo: “es extraño verlo aquí.” El hombre le contestó, “Esta es la primera vez que he visto esta iglesia el fuego.”

Cuando una iglesia verdaderamente esta en fuego, la gente es atraídas a ella. El deseo del Señor es que la iglesia este en fuego. Jesús le dijo a la iglesia en Laodicea que Él deseaba que estuviera caliente y no tibia (Apocalipsis 3:15). Sin el halito de vida del Espíritu la iglesia será como el valle lleno de huesos secos como en la visión de Ezequiel, fría y muerta (Ezequiel 39).

El Espíritu Santo es vital a la vida dinámica de la iglesia. Uno de los propósitos del derramamiento del Espíritu es la renovación de la iglesia para que pueda cumplir su misión al mundo. El Espíritu es dado para fortalecer a la iglesia para ser testigos, que comienza en el hogar y se extiende hasta los confines de la tierra (Hechos 1: 8).

En el Libro de los Hechos observamos una iglesia eficaz que puso el mundo de arriba abajo. El Espíritu Santo era la llave a su vida dinámica. Los dones del Espíritu estaban muy en operación como herramientas esenciales para el evangelismo. La iglesia del Nuevo Testamento experimentó el crecimiento explosivo en la potenciación del Espíritu. Dios desea restaurar la iglesia de hoy a los principios y los modelos  de la vida de la Iglesia del Nuevo Testamento.

El Espíritu Santo es derramado con el fin de revivir la iglesia para que la Iglesia renovada realice la Gran Comisión. Dios desea que su iglesia sea un cuerpo unido bien coordinado, unido con cada parte funcionando correctamente de modo que el evangelio alcance a todo mundo.

La evidencia del control del Espíritu Santo en la iglesia se manifiesta en varias maneras.

1. El Espíritu Santo Produce Una Actitud De Vida, Amor, Gozo, Paz, Fe, Excitación Y Entusiasmo:
    Un espíritu infeccioso, contagioso está presente en una iglesia que experimenta vida nueva en el Espíritu. La gente es atraída a una congregación que está viva. Su fe vibrante es capturada aún más de lo que se enseña. El Salmo 126:2 describe el ambiente de restauración: “Entonces nuestra boca se llenara de risa, y nuestra lengua de alabanza.” La alegría es evidente a todos. Las iglesias llenas del Espíritu son centros alegres.

2. Hay Predicación Lleno Del Espíritu Que Produce Respuesta De Arrepentimiento O Resistencia:

El predicador se convierte en un canal para la Palabra de Dios (Marcos 13:11). La predicación en el poder del Espíritu es bíblico y habla a la conciencia y al corazón. Las iglesias llenas del Espíritu son centros de predicación.

3. El Espíritu Santo Libera La Gente De La Culpa Y La Esclavitud Del Pecado:

El Espíritu hace posible vivir en la justicia de Cristo y santificación. Las iglesias llenas del Espíritu son centros de evangelización.

4. El Espíritu Santo Inspira Servicios Vibrantes De Adoración En Donde La Vida De Cristo Y Su Victoria Son Celebradas, Proclamadas y Demostradas:

Es el Espíritu de Dios quien evoca verdadera adoración (Filipenses 3:3; Juan 4:24). Iglesias llenas del Espíritu son  centros de adoración (Hechos 2:46-47).

5. El Espíritu Santo Crea Compasión Para El Pobre, El Necesitado Y El Enfermo:

Las iglesias guiadas por el Espíritu ministran amor, aceptación, el perdón, sanidad, y asesoramiento a los heridos y al solitario (Hechos 5:12, 16). Las iglesias llenas del Espíritu son centros de sanidad.

6. Los Creyentes Transformados Se Congregan Juntos Tanto En Adoración Corporativa y Confraternidad En Los Hogares:

El principio se da en Hechos 2:42. La práctica de la Iglesia se ve en Hechos 2:44, 46; 5:42. La reunión de creyentes era un tiempo para evangelizar, ensenar, compartir, ministrar, orar, y equipar. Los hermanos a la vez salían espontáneamente al mundo para testificar de su vida en Cristo. Las iglesias llenas del Espíritu son centros de reunión.

7. El Espíritu Conduce A La Restructuración De La Vida De La Iglesia, Estilo De Ministerio, Y Gobierno Congregacional Según Principios, Prácticas y Modelos Bíblicos:

El señorío del Señor se reconoce y se somete a ellos. Los dones del oficio del ministerio se reciben y son permitidos que operen. Todos los miembros son entrenados y equipados para su ministerio. Las responsabilidades del cristiano en la administración del evangelio y de sus recursos se proclaman y practican. Consiguientemente la iglesia puede funcionar según el designio de Dios. Las iglesias llenas del Espíritu son cuerpos que funcionan. 

Muchas iglesias hoy en día se encuentran en la necesidad desesperada de avivamiento, renovación, rejuvenecimiento, revitalización y restauración. Llámelo lo que usted quiera, la verdad del asunto es que la iglesia necesita urgentemente una nueva derramamiento del Espíritu Santo.

Invitamos y desafiamos a la iglesia para capturar una visión de la voluntad del Señor para un derramamiento de Su Espíritu en la iglesia. Oremos para que la iglesia en fuego realice su misión en el mundo en estos últimos días.



BURNING IN THE FIRE OF THE HOLY SPIRIT



“The fire shall ever be burning upon the altar; it shall never go out.”  Leviticus 6:13

A church that had been built many years ago burned down one night. The blaze could be seen for miles in every direction and it drew a large crowd. A certain man who never would step inside the door of a church and who made fun of churchgoers came to watch the church burn. A member of the church went over to him and said: “It’s strange seeing you here.” The man replied, “This is the first time I’ve seen this church on fire.”

When a church is truly on fire, people are attracted to it. The Lord’s desire is that the church be on fire. Jesus told the church at Laodicea that He wished it were hot and not lukewarm (Revelation 3:15). Without the Spirit’s breathe of life the church, like the valley full of dry bones in Ezekiel’s vision, is cold and dead (Ezekiel 39).

The Holy Spirit is vital to dynamic church life. A purpose for the Spirit’s outpouring is to renew the church so it can fulfill its mission to the world. The Spirit is given to empower the church for witnessing, which begins at home and extends out to the ends of the earth (Acts 1:8).

In the Book of Acts, we observe an effective church which turned the world upside down. The Holy Spirit was the key to its dynamic life. The gifts of the Spirit were very much in operation as essential tools for evangelism. The New Testament church experienced explosive growth under the Spirit’s empowerment. God desires to restore today’s church to the principles and patterns of the New Testament church life.

The Holy Spirit is poured out for the purpose of reviving the church so that the renewed church will fulfill the Great Commission. God desires His church to be a united body fitly joined together with every part functioning properly so that the gospel will reach all people.

The evidence of the Holy Spirit’s control in the church is manifested in several ways:

1. The Holy Spirit Produces An Attitude Of Life, Love, Joy, Peace, Faith, Excitement And Enthusiasm:

A contagious, infectious spirit is present in a church experiencing new life in the Spirit. People are attracted to a congregation that is alive. Their vibrant faith is caught even more than it is taught. Psalm 126:2 describes the atmosphere of restoration: “Then was our mouth filled with laughter, and our tongue with singing.” Gladness is evident to all. Spirit-filled churches are joyful centers.

2. There Is Spirit-Filled Preaching Which Produces Response, Either of Repentance Or Resistance:

The preacher becomes a channel for the Word of God (Mark 13:11). Spirit-empowered preaching is biblical and speaks to the conscience and the heart. Spirit-filled churches are preaching centers.

3. The Holy Spirit Sets People Free From Guilt And Bondage To Sin:

The Spirit makes it possible to live in righteousness and sanctification. Spirit-filled churches are evangelistic centers.

4. The Holy Spirit Inspires Vibrant Worship Services In Which Christ’s Life And Victory Are Celebrated, Proclaimed and Demonstrated:

It is God’s Spirit who evokes true worship (Philippians 3:3, John 4:24). Spirit-filled churches are worship centers (Acts 2:46-47).  

5. The Holy Spirit Creates Compassion For The Poor, Needy and Sick:

Churches led by the Spirit minister love, acceptance, forgiveness, healing, and counseling to hurting and lonely people (Acts 5:12, 16). Spirit-filled churches are Healing centers.

6. The Believers Congregate Together Both In Corporate Worship And In Home Fellowships:

The principle is given in Acts 2:42. The practice of the early church is seen in Acts 2:44-46; 5:42. The gathering of believers was time for evangelizing, teaching, sharing, ministering, praying and equipping. The brethren, in turn, spilled out spontaneously into the world to witness to their life in Christ. Spirit-filled churches are gathering centers.

7. The Spirit Leads To The Restructuring Of Church Life, Ministry Style And Congregational Government According To Biblical Principles, Practices And Patterns.

The headship of Jesus is acknowledged and submitted to. The office gifts of ministry are received and permitted to operate. All members are trained and equipped for their ministry. The believer’s responsibilities in the stewardship of the gospel and of his resources are proclaimed and practiced. Consequently, the church can function as God intended. Spirit-filled churches are functioning bodies.

Many churches today stand in desperate need of revival, renewal, rejuvenation, revitalization, and restoration. Call it what you will, the truth of the matter is that the church badly needs a fresh outpouring of the Holy Spirit.  

We invite and challenge the church to catch a vision of the Lord’s will for an outpouring of His Spirit on the church. Pray that the church on fire will fulfill its mission in the world in these last days.       



Monday, April 29, 2019

EL HIJO PRODIGAL


Lucas 15:11-32
El personaje principal de la parábola, el padre perdonador, cuyo carácter permanece constante a lo largo de la historia, es un cuadro de Dios. Al contar la historia, Jesús se identifica con Dios en su actitud amorosa hacia los perdidos. El hijo menor simboliza a los perdidos (Lucas 15: 1), y el hermano mayor representa a los hipócritas (los fariseos y maestros, Lucas 15: 2). El tema principal de esta parábola parece no ser tanto la conversión del pecador, como en las dos parábolas anteriores de Lucas 15, sino más bien la restauración de un creyente en comunión con el Padre. En las primeras dos parábolas, el dueño salió a buscar lo que había perdido (Lucas 15: 1-10), mientras que en esta historia el padre espera y mira con ansia el regreso de su hijo. Vemos una progresión a través de las tres parábolas de la relación de uno en cien (Lucas 15: 1-7), a uno en diez (Lucas 15: 8-10), a uno en uno (Lucas 15: 11-32), Demostrando el amor de Dios por cada individuo y su atención personal hacia toda la humanidad. Vemos en esta historia la gracia del padre que eclipsa la pecaminosidad del hijo, como es el recuerdo de la bondad del padre que lleva al hijo pródigo al arrepentimiento (Romanos 2: 4).
1. La palabra "pródigo" no significa rebelde o perdido - significa "malgastador" y "extravagante". La palabra origen se refiere a una persona que es imprudente y desperdicia su riqueza.
2. La parábola del Pródigo es la última de tres parábolas que Jesús comparte acerca de la pérdida y la redención -La Oveja Perdida, La Moneda Perdida y El Hijo Perdido- y lo mejor es leer en ese contexto para entender toda la fuerza de la narración de Jesús.
3. Cuando el hijo pródigo pidió su herencia, fue como decirle a su padre: "Ojalá estuvieras muerto." Fue un gran insulto, pesado de vergüenza y culpa.
4. En la cultura judía en este momento, hacer algo como esto probablemente lo habría cortado de la comunidad para siempre. Y ser parte de la comunidad mayor era fundamental para la supervivencia, la salud y la calidad de vida general.
5. En realidad, el padre habría tenido que dividir la tierra y vender una parte de sus bienes para dar a su hijo la herencia solicitada.
6. Después que el hijo pródigo había malgastado su herencia y se encontró solo y hambriento, él tomó un trabajo alimentando apacentando cerdos. ¿Por qué es esto significativo? En la cultura judía los cerdos eran animales "sucios". Si un hombre judío anhelaba la comida de los cerdos, definitivamente había llegado ya al fondo.
7. El hijo pródigo decide dirigirse a casa,  pensando que tal vez su padre lo recibiría como siervo. Esta es la prueba de que el hijo no comprendía la profundidad del amor y la compasión de su padre.
8. El hijo pródigo ensaya un discurso, pero nunca llega a usarlo.
9. Cuando el padre ve regresar a su hijo, corre a saludarlo. Correr en la antigua cultura del Cercano Oriente era tabú en ese momento. Requería a un hombre que subiera su túnica a las caderas y le expusiera las piernas (para no tropezar). La práctica era mal visto y normalmente traída vergüenza y deshonra.
10. Si un hijo judío despilfarró su dinero, entregándolo a los gentiles, él habría sido cortado de la comunidad a su regreso. Probablemente el padre corrió a encontrarse con su hijo para llegar a él antes de que alguien más de la comunidad tuviera la oportunidad de enfrentarlo. El hecho de que el Padre corra para recibirlo es escandaloso y chocante y va en contra de la norma cultura
11. El padre no reprendió al hijo, sino que le dio una fiesta de bienvenida en casa, llamando a sus sirvientes a preparar el ternero engordado, un anillo, una bata y zapatos. Esta es la postura de Dios hacia los pecadores arrepentidos, y siempre es audaz, sorprendente y desbordante de alegría.
12. El padre dio a su hijo un manto para restaurar su dignidad frente a la comunidad. Sin duda el hijo estaba andrajoso y sucio de la alimentación de los cerdos y el padre lo viste como un acto de amor y compasión y para honrar a su hijo a plena vista de la aldea.
13. El padre también le dio un anillo al hijo. Llevar anillos durante este tiempo en la historia fue un signo de riqueza y posición. El poder de este símbolo refleja el deseo del padre de restaurar su hijo como un miembro de la familia y un miembro respetable de la comunidad-bajo la sombra del padre- una vez más.
14. A continuación, el padre pidió a sus sirvientes que le trajeran un par de sandalias. Este, tal vez el regalo más práctico, era un gesto que decía: "Te quiero por un rato". Las sandalias le prepararon para caminar con el padre sin temor de ser cortar o ensuciar sus pies del suelo.
15. Pero había un último regalo: el becerro engordado. Este tipo de fiesta extravagante fue reservado para ocasiones increíblemente importantes. Su hijo ya no se conformaría con las vainas de los cerdos; ahora cenaría con la mejor carne disponible en presencia de su familia y, probablemente, de todo el pueblo.
16. La historia tiene una segunda parte sobre el hijo mayor, que a menudo se pasa por alto, pero es igual de importante.
17. El hijo mayor representaba a los fariseos ya los escribas: se sentían irrespetados por la gracia escandalosa de Dios para el pecador y el marginado. Además, han estado guardando las reglas desde el primer día, ¿por qué no les hacían una fiesta?
18. ¿La respuesta del padre al hijo mayor? "Todo lo que tengo es tuyo también, pero esto requiere una celebración: ¡mi hijo estaba muerto y ahora está vivo de nuevo!" Esta es una gran imagen de la postura de Dios ante el pecador auto-justo -tipo, directo, generoso, pero aún enfocado en El poder del arrepentimiento.
19. La parábola termina con la negativa del hermano mayor a asistir a la fiesta. No sabemos lo que pasó, pero Jesús dejó la historia pendiente, abierta para preguntas y discusión, como a menudo lo hace.
¿Quiénes son ustedes en esta historia? ¿Eres pródigo, fariseo o siervo? ¿Es usted el hijo rebelde, perdido y lejos de Dios? ¿Es usted el fariseo farisaico, que ya no es capaz de regocijarse cuando un pecador vuelve a Dios?
Tal vez usted ha golpeado el fondo de la roca, vienen a sus sentidos y decidió correr a los brazos abiertos de Dios de la compasión y la misericordia? ¿O eres uno de los siervos de la casa, regocijándose con el padre cuando un hijo perdido encuentra su camino a casa?



THE PRODIGAL SON


Luke 15:11-32
The Parable of the Prodigal Son is found in Luke chapter 15, verses 11-32. The main character in the parable, the forgiving father, whose character remains constant throughout the story, is a picture of God. In telling the story, Jesus identifies Himself with God in His loving attitude to the lost. The younger son symbolizes the lost (Luke 15:1), and the elder brother represents the self-righteous (the Pharisees and teachers, Luke 15:2). The major theme of this parable seems not to be so much the conversion of the sinner, as in the previous two parables of Luke 15, but rather the restoration of a believer into fellowship with the Father. In the first two parables, the owner went out to look for what was lost (Luke 15:1-10), whereas in this story the father waits and watches eagerly for his son's return. We see a progression through the three parables from the relationship of one in a hundred (Luke 15:1-7), to one in ten (Luke 15:8-10), to one in one (Luke 15:11-32), demonstrating God’s love for each individual and His personal attentiveness towards all humanity. We see in this story the graciousness of the father overshadowing the sinfulness of the son, as it is the memory of the father’s goodness that brings the prodigal son to repentance (Romans 2:4).
1. The word “Prodigal” does not mean rebellious or lost—it means “wasteful” and “extravagant.” The word origin refers to a person who is reckless and squanders their wealth.
2. The parable of the Prodigal is the last of three parables Jesus shares about loss and redemption—The Lost Sheep, The Lost Coin and The Lost Son—and it’s best read in that context to understand the full force of Jesus’ narrative.
3. When the prodigal son asked for his inheritance, it was like saying to his father, “I wish you were dead.” It was a huge insult, weighted with shame and guilt.
4. In the Jewish culture at this time, doing something like this would have likely cut you off from the community forever. Moreover, being a part of the greater community was critical for survival, health and overall quality of life.
5. In reality, the father would have had to split up the land and sell a portion of his assets to give his son the requested inheritance.
6. When the prodigal son was done partying and found himself alone and hungry, he took a job feeding slop to pigs. Why is this significant? In Jewish culture, pigs were “unclean” animals. If a Jewish man longed for the food of pigs, it was definitely hitting “rock bottom.”
7. The prodigal son decides to head home, thinking that maybe his father would receive him as a servant. This is proof that the son did not understand the depth of his father’s love and compassion.
8. The prodigal son rehearses a speech, but he never gets to use it.
9. When the father sees his son return, he runs to greet him. Running in the Ancient Near Eastern culture was taboo at that time. It required a man to pull up his tunic to his hips and expose his legs (to keep from tripping). The practice was frowned upon and typically brought shame and embarrassment.
10. If a Jewish son squandered his money, giving it over to the Gentiles, he would have been cut off from the community upon his return. The father likely ran to meet his son to reach him before anyone else in the community had a chance to confront him. The fact that the Father runs to receive him is scandalous and shocking and goes against the cultural norm.
11. The father did not scold the son but gave him a lavish welcome home party—calling for his servants to prepare the fattened calf, a ring, a robe, and shoes. This is God’s stance toward repentant sinners, and it is always bold, surprising and overflowing with joy.
12. The father gave his son a robe to restore his dignity in front of the community. No doubt, the son was tattered and dirty from feeding slop to pigs and the father clothes him as an act of love and compassion and to honor his son in full view of the village.
13. The father also gave the son a ring. Wearing rings during this time in history was a sign of both wealth and position. The power of this symbol reflects the father’s desire to restore his son as a family member and a respectable member of the community—under the shadow of the father—once again.
14. Next, the father asked his servants to get his son a pair of sandals. This, perhaps the most practical gift, was a gesture that said, “I want you around for a while.” The sandals prepared him to walk with the father without fear of cutting or soiling his feet from the ground.
15. But there was one last gift—the fattened calf. This kind of extravagant feast was reserved for incredibly important occasions. No longer would his son settle for the pods of pigs—he would now dine on the best meat available in the presence of his family and, likely, everyone in the village.
16. The story has a part two about the older son, that often is overlooked, but it is just as important.
17. The older son represented the Pharisees and scribes—they felt disrespected by God’s scandalous grace to the sinner and the outcast. Besides, they have been keeping the rules since day one—why didn’t they get a party?
18. The father’s response to the older son? “All I have is yours too, but this requires a celebration—my son was dead and now he’s alive again!” This is a great picture of God’s stance to the self-righteous sinner—kind, direct, generous, but still focused on the power of repentance.
19. The parable ends with the refusal of the older brother to attend the feast. We do not know what happened, but Jesus left the story hanging, open-ended for questions and discussion, as he often does.
Who are you in this story? Are you a prodigal, a Pharisee or a servant? Are you the rebellious son, lost and far from God? Are you the self-righteous Pharisee, no longer capable of rejoicing when a sinner returns to God?
Maybe you have hit rock bottom, come to your senses and decided to run to God's open arms of compassion and mercy. On the other hand, are you one of the servants in the household, rejoicing with the father when a lost son finds his way home?





Monday, April 15, 2019

¡NO ESTA AQUÍ, HA RESUCITADO!


“Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.”Mateo 28:1-6
¡Él no está aquí, ha resucitado! Estas siete palabras declaran la verdad más importante en la Biblia entera. ¿Usted puede preguntar, “Podía alguna verdad ser más importante que la verdad del nacimiento virginal de Cristo o, la verdad de la cruz de Calvario? ¿O los milagros que Cristo hizo, sanar los enfermos, dar la vista a los ciegos, y resucitando los muertos?” ¡Sí! ¡Porque, no importa lo que hizo Jesús, o quién era, si la muerte lo podría haber mantenido en la tumba, todo lo demás hubiera sido en vano! Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?
La cruz y la resurrección de Jesús son inseparables, el uno demanda el otro. Si Jesús no hubiera muerto no habría por supuesto ninguna resurrección, de ahí ninguna fe, ninguna salvación, ninguna nueva creación; pero se no hubiera conquistado la muerte, el infierno, y la tumba Su muerte hubiera sido en vano. ¡Por lo tanto aquellos  que niegan Su resurrección más vale que nieguen que fue crucificado! “Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres” (I Corintios 15:12-19).
El diablo hizo todo en su poder de mantener a Jesús de la cruz. Él sabía que si Jesús alcanzara el Calvario, Su muerte en la cruz eventualmente traería la caída de su reino. Satanás reunió todas las fuerzas del infierno, en un intento de destruir a Jesús antes de que él alcanzara la cruz, pero la Biblia nos dice en Colosenses 2:15 que Jesús, “despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.” Cuando Jesús oro en el Jardín de Getsemaní, Él vio todas las fuerzas del infierno aliados juntos para aplastarlo; pero un Ángel fue enviado para fortalecerlo y El obtuvo la victoria, poniendo al infierno a una vergüenza abierta.
El diablo trató de matar a Jesús cuando fue azotado por los romanos pero no lo logro. Él trató de matarlo bajo el peso de la cruz y falló. ¡Jesús vino al mundo para morir en la cruz, y ni el diablo y todas las fuerzas del infierno no podían pararlo!  Incluso después de que Él llegó a la cruz y murió allí, ellos pensaron que ellos podrían mantenerlo en la tumba por poniendo una piedra pesada en frente de la entrada, sellándolo con el sello imperial de Roma, y poniendo una guardia romana enfrente de ella. Pero ellos no habían tomado en cuenta el poder de Dios y el hecho que no era posible que la muerte lo detuviera porque Él era Dios mismo manifestado en la carne como dice el evangelio de San Juan 1:14; “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros.”
¡No era posible que la muerte detuviera a Jesús! La muerte es el resultado del pecado, “Porque la paga del pecado es muerte” dice Romanos 6:23, “y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte” dice Santiago 1:15, pero Jesús no pecó; no había pecado en Él. Por tanto la muerte no tenía ningún derecho a Jesús. Jesús no murió como muere un mortal; Él no murió una muerte “natural.” Él entrego su vida por su propia voluntad, para volverla a tomar. El dijo en San Juan 10:17-18: “Yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar.” Jesús es vida, y es imposible que la muerte retenga la vida. Él dijo en San Juan 11:25: “Yo soy la resurrección y la vida.” Él tomo un cuerpo para poder morir, dar Su vida, y mediante la muerte hacer posible la vida eterna a todos los que creen en Él, San Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
¡Ningún hombre mató a Jesús! ¡Es cierto que los hombres demandaron Su muerte, los hombres lo detuvieron y lo condenaron, y las manos de hombres le clavaron en la Cruz, pero no nos equivoquemos, el hombre no tomo su vida! Jesús era Dios manifestado en la carne, y Dios no puede morir ni puede ser matado.   
Pilato dio el cuerpo exánime de Jesús a Nicodemo y José de Arimathaea. Ellos bajaron el cuerpo de la cruz y lo pusieron en la tumba nueva de José, ¡pero no era posible que la corrupción destruya Su cuerpo, y al tercer día después de Su entierro Jesús salió de la tumba en el mismo cuerpo que Nicodemo y José habían puesto en la tumba! Si Él no hubiera resucitado corporalmente no hubiera ganado la victoria total sobre la muerte.     
Sin Su resurrección corporal Él hubiera ganado solamente una victoria parcial sobre la muerte. Pero, Él si resucito corporalmente, y la Palabra de Dios declara: “Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (I Corintios 15:54-57).
Gracias a Dios que Él no se detuvo antes que ganar victoria total sobre el mundo, la carne, y el diablo, la muerte, el infierno, y la tumba. Tomo un cuerpo que era capaz de morir y en ese cuerpo Él murió y resucito. Su resurrección corporal es la garantía que conquisto todo lo que Él vino a conquistar, y Él ahora retiene las llaves del infernó y de la muerte. “yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades” (Apocalipsis 1:17-18).
Que todos los muertos van a ser resucitados a vida es enseñado en las escrituras, “De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.” (Juan 5:25-29). Dos cosas se enseñan en esta escritura. La primera cosa es que todos los que mueren van a ser resucitados a vida. La segunda cosa es que algunos van a ser resucitados a vida eterna mientras otros van a ser resucitados a vergüenza eterna y condenación.

Todos los que han vivido y han muerto van a resucitar de la muerte al fin de la edad. Ellos se levantaran a la vida eterna o a la muerte eterna. Lo que la persona hace con Cristo va determinar cuál de estos dos va ser su fin. “los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él. Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:56, 11-15).            

HE IS NOT HERE, HE HAS RISEN!


“After the Sabbath, at dawn on the first day of the week, Mary Magdalene and the other Mary went to look at the tomb. There was a violent earthquake, for an angel of the Lord came down from heaven and, going to the tomb, rolled back the stone and sat on it. His appearance was like lightning, and his clothes were white as snow. The guards were so afraid of him that they shook and became like dead men. The angel said to the women, “Do not be afraid, for I know that you are looking for Jesus, who was crucified. He is not here; he has risen, just as he said. Come and see the place where he lay.” Matthew 28:1-6
He is not here, He has risen! These seven words declare the most important truth in the entire Bible. You may ask, “Could any truth be more important than the truth of the virgin birth of Christ or, the truth of the cross of Calvary? Or the miracles that Jesus did, healing the sick, giving sight to the blind, and restoring the dead to life?” Yes! Because, it does not matters what Jesus did, or who He was, if death could have kept Him in the grave, All else would have been in vain!
The cross and the resurrection of Jesus are inseparable one demands the other. If Jesus had not died there would, of course, be no resurrection, hence no faith, no salvation, no new creation; but had he not conquered death, hell, and the grave His death would have been in vain. Therefore, those who deny His resurrection might just as well deny that He was crucified! “Now if Christ be preached that he rose from the dead, how say some among you that there is no resurrection of the dead? But if there be no resurrection of the dead, then is Christ not risen: And if Christ be not risen, then is our preaching vain, and your faith is also vain. Yea, and we are found false witnesses of God; because we have testified of God that he raised up Christ: whom he raised not up, if so be that the dead rise not. For if the dead rise not, then is not Christ raised: And if Christ be not raised, your faith is vain; ye are yet in your sins. Then they also which are fallen asleep in Christ are perished. If in this life only we have hope in Christ, we are of all men most miserable” (I Corinthians 15:12-19).
The devil did everything in his power to keep Jesus from the cross. He knew that if Jesus reached Calvary, His death on the cross would eventually lead to the downfall of his kingdom. Satan assembled all the forces of hell, in an all-out attempt to destroy Jesus before He reached the cross, but the Bible tells us in Colossians 2:15 that Jesus, “Having disarmed the powers and authorities, he made a public spectacle of them, triumphing over them by the cross.” When Jesus prayed in the Garden of Gethsemane, He saw all the forces of hell allied together to crush Him; but an angel was sent to strengthen Him and He won the victory, putting hell to an open shame.
The devil tried to kill Jesus on the Roman whipping post and failed. He tried to kill Him under the weight of the cross and failed. Jesus came into the world to die on the cross, and all the forces of hell could not stop Him! Even after He reached the cross and died there, they thought that they could keep Him in the tomb by rolling a heavy stone across the door, sealing it with the imperial seal of Rome, and placing a Roman guard over it. However, they did not reckon on the power of God and the fact that it was not possible for death to hold Him because He was God manifested in the flesh just as the gospel of St. John 1:14 tells us “And the Word was made flesh, and dwelt among us.”
It was not possible that death could hold Jesus! Death is the result of sin, “the wages of sin is death” says Romans 6:23, “Sin, when it is finished, bringeth forth death” says James 1:15, but Jesus did not sin; there was no sin in Him. Therefore, death had no claim on Him. Jesus did not die as mortals die; He did not die a “natural” death. He laid His life down of Himself, that He might take it again. He said in John 10:17-18, “No man taketh it from me, but I lay it down of myself. I have power to lay it down, and I have power to take it again.” Jesus is Life, and it is impossible for death to hold life. He said in St. John 11:25: “I am the resurrection, and the life.” He took a body in order that He might die, lay His life down, and through death make eternal life possible for all who believe in Him. John 3:16: “For God so loved the world, that he gave his only begotten Son, that whosoever believeth in him should not perish, but have everlasting life.”
No man killed Jesus! It is true that men demanded His death, men arrested and condemned Him, and the hands of men nailed Him to the cross, but make no mistake, friend, man did not take His life! Jesus was God manifested in the flesh, and God cannot die or be killed.   
Pilate gave Jesus’ lifeless body to Nicodemus and Joseph of Arimathaea. They took it down from the cross and placed it in Joseph’s new tomb, but it was not possible for corruption to destroy His body, and on the third day after His burial Jesus came forth from the grave in the same body Nicodemus and Joseph had placed in the tomb! If He had not risen bodily He would not have won total victory over death.
Without His bodily resurrection, He would have won only partial victory over death. However, He did rise bodily, and the Word of God declares: “When this corruptible shall have put on incorruption, and this mortal shall have put on immortality, then shall be brought to pass the saying that is written, Death is swallowed up in victory. O death, where is thy sting? O grave, where is thy victory? The sting of death is sin; and the strength of sin is the law. But thanks be to god, which giveth us the victory through our Lord Jesus Christ!” (I Corinthians 15:54-57).
Thank God, He did not stop short of total victory, victory over the world, the flesh, and the devil, death, hell, and the grave. He took a body that was capable of dying and in that body, He died and rose again. His bodily resurrection is the guarantee that He conquered all He came to conquer, and He now holds the keys of hell and of death. “I am the first and the last: I am he that liveth, and was dead; and, behold, I am alive for evermore, Amen; and have the keys of hell and of death.” (Rev. 1:18).  
That the dead are going to be raised to life again is taught throughout the scriptures, “Verily, verily, I say unto you,  The hour is coming, and now is, when the dead shall hear the voice of the Son of God: and they that hear shall live. For as the Father hath life in himself; so hath he given to the Son to have life in himself; And hath given him authority to execute judgment also, because he is the Son of man. Marvel not at this: for the hour is coming, in the which all that are in the graves shall hear his voice, And shall come forth; they that have done good, unto the resurrection of life; and they that have done evil, unto the resurrection of damnation” (John 5:25-29).  Two things are taught in this Scripture. The first thing is that everyone who dies is going to be raised to life again. The second thing is that some are going to be raised to life while others are going to be raised to everlasting shame and damnation.
Everyone who has ever lived and died is going to be raised from the dead at the end of the age. They will either be raised to eternal life or to eternal damnation. What a person does with Christ will determine which of these it will be, “the rest of the dead lived not again until the thousand years were finished. This is the first resurrection. Blessed and holy is he that hath part in the first resurrection: on such the second death hath no power, but they shall be priests of God and of Christ, and shall reign with him. And I saw a great white throne, and him that sat on it, from whose face the earth and the heaven fled away; and there was found no place for them. And I saw the dead, small and great, stand before God; and the books were opened: and another book was opened, which is the book of life: and the dead were judged out of those things which were written in the books, according to their works. And the sea gave up the dead which were in it; and death and hell delivered up the dead which were in them: and they were judged every man according to their works.  And death and hell were cast into the lake of fire. This is the second death. And whosoever was not found written in the book of life was cast into the lake of fire.” (Revelation  20:5-6, 11-15).