Dr MARTIN VASQUEZ

My photo
Mesa, Arizona, United States
EDUCATION: Holt High School, Holt Mich., Lansing Community College, Southwestern Theological Seminary, National Apostolic Bible College. MINISTERIAL EXPERIENCE: 51 years of pastoral experience, 11 churches in Arizona, New Mexico and Florida. Missionary work in Costa Rica. Bishop of the Districts of New Mexico and Florida for the Apostolic Assembly. Taught at the Apostolic Bible College of Florida and the Apostolic Bible College of Arizona. Served as President of the Florida Apostolic Bible College. Served as Secretary of Education in Arizona and New Mexico. EDUCACIÓN: Holt High School, Holt Michigan, Lansing Community College, Seminario Teológico Southwestern, Colegio Bíblico Nacional. EXPERIENCIA MINISTERIAL: 51 años de experiencia pastoral, 11 iglesias en los estados de Arizona, Nuevo México y la Florida. Trabajo misionera en Costa Rica. Obispo de la Asamblea Apostólica en los distritos de Nuevo México y La Florida. He enseñado en el Colegio Bíblico Apostólico de la Florida y el Colegio Bíblico Apostólico de Arizona. Presidente del Colegio Bíblico de la Florida. Secretario de Educación en los distritos de Nuevo México y Arizona.

Monday, July 31, 2017

LA MIRADA LASCIVA


"Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón." Mateo 5:27-37

Jesús enseñó que no hay mucha diferencia entre el adúltero real y todos los que con mucha regularidad cometen "lujuria del corazón." Él enseñó que debemos considerar mirar lujurioso a una mujer como un delito tan grave como un acto de adulterio; tal es el sentido como se ya "hubiera cometido adulterio con ella en su corazón" (Mateo 5:28). Estas son palabras muy fuertes, entre algunas de las más problemáticas que Jesús había pronunciado. ¿Son la lujuria y el adulterio lo mismo? ¿Es una mirada con interés lascivo lo mismo que un acto físico de adulterio?

No puede haber un debilitamiento de estas palabras; tenemos que creer que Jesús estaba completamente en serio. Pero también tenemos que creer que Él no estaba condenando el deseo natural de un hombre por una mujer. Lo que se estaba condenando era que ese deseo escalara a la lujuria. Cuando la mirada se vuelve una mirada lasciva, se está empezando a dar pasos hacia su satisfacción.

Lo que Jesús propone por su insistencia en que la justicia sea mayor que la de los fariseos y de los escribas es para conducir la cuestión del pecado hacia el interior, por lo que es un asunto del corazón de la persona, así como su comportamiento externo. Dice, en efecto: "Ustedes discípulos no están por encima de la ley o fuera de la ley de la edad, pero hay que ir más allá de la ley." La lujuria es el veneno dentro de una persona de la que proviene el adulterio. No es suficiente que se abstenga de este acto mortal, también debe "limpiar el interior de la copa" (Mateo 23:26). Ocasiones para mirar con lujuria se presentan a todos. ¿Es ese el pecado del que habla Jesús, o sería el entretener y albergar la lujuria hasta que otra persona se convierte en un objeto sexual? "

El mensaje de este texto es el de autocontrol completo de los miembros del cuerpo, por lo que la obediencia sea completa (I Cor. 3:16). La tarea del cristiano debe ser vivir en este mundo por los estándares de la justicia superior, que exceden los requerimientos máximos de la justicia y la ley.

Aunque el Inglés contemporáneo utiliza "la lujuria", sólo de una manera negativa, la palabra originalmente significaba "deseo, deseo fuerte" y era moralmente neutral. En el Nuevo Testamento, llegó a significar la pasión o la obsesión sexual, pero la Biblia no se deprecia el uso natural del sexo. Si designa a la lujuria, sin embargo, ya que representa una de las muchas fuerzas que pertenecen al mundo de la carnalidad no santificada, que luchan en contra de la obra del Espíritu Santo y que arrastra a la gente hacia abajo. Placer simple, como tal, no es contrario a la voluntad de Dios, pero el deseo esclavizante y el mal placer si son.

En el Sermón del Monte (Mateo 5), encontramos muchas de las enseñanzas de Jesús. Es el sermón más desafiante en el mundo. Nos desafía a ver y entender la vida desde una dimensión que tiene cualidades espirituales en ella. Es un reto, porque si no estamos viviendo la vida desde la fundación espiritual más amplia, tratando de comprender el significado de Jesús nos deja confundido.

Jesús afirma que la ira, el insulto y la calumnia son tan desinversión a nosotros espiritualmente, como el real ataque físico sobre otro, o incluso el asesinato. Nuestras intenciones, nuestras emociones y deseos, así como el acto en sí, nos ponen en peligro espiritual. Luego aborda el adulterio, y amplía el tema para incluir la lujuria y cualquier otra cosa que nos hace tropezar espiritualmente.

Él enseñó que si tratamos a los demás como objetos y las cosas, sin tenerlos en cuenta como personas, sin el amor y el respeto y la consideración de ser una parte de la relación, el esposo o la esposa puedan hacer de la otra persona una prostituta, quien tiene relaciones sin compromiso. La lujuria es un intento egoísta y debilitante para satisfacer las propias necesidades. Jesús nos anima a estar abiertos a las necesidades de los demás y, por lo tanto, encontramos con nuestras propias necesidades cumplidas en una manera milagrosa.

Un pastor, perturbados que los deportes  en el día Domingo estaban disminuyendo su congregación expuso sobre las palabras, "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo" (I Juan 2:15), Diciendo: "¿Si esto no significa el fútbol, qué significa esto?"

Podemos caer en el mismo error de interpretación al interpretar "la lujuria" sólo en términos de voluptuosidad. La lujuria puede ser un deseo excesivo para casi cualquier cosa, el ansia de posesiones, el ansia de poder, la lujuria por la gloria, y así sucesivamente.

El remedo de cortar la mano, arrancar el ojo para el pecado jamás podría funcionar, si no por otra razón que el hecho de que tenemos más pecados que tenemos partes del cuerpo. Si se eliminaran todas las partes infractoras, al final seríamos simplemente torsos apoyando cabezas. Y ahí está el problema. Nuestros corazones y nuestras mentes están todavía intactas. Sin embargo, desde nuestro corazón y mente saldrán todos nuestros pecados. Nuestros otros órganos habrían sido los chivos expiatorios para el verdadero culpable.



THE LEERING LOOK


"Ye have heard that it was said by them of old time, Thou shalt not commit adultery: but I say unto you, That whosoever looketh on a woman to lust after her hath committed adultery with her already in his heart."  Matthew 5:27-37

Jesus taught that there's is not too much difference between the actual adulterer and all those who quite regularly commit "lust of the heart." He taught that we are to regard lustful looking at a woman as an offense no less serious than an act of adultery; such is the import of having "already committed adultery with her in his heart" (Mat. 5:28). These are pretty strong words, among some of the most troublesome Jesus ever uttered. Are lust and adultery the same? Is a look with prurient interest the same as an actual physical act of adultery?

There can be no watering down of these words; we have to believe that Jesus was absolutely serious. But we also have to believe that He was not condemning the natural desire of a man for a woman. What was being condemned is that desire escalating to lust. When the look becomes a leering look, it is beginning to take steps toward its satisfaction.

What Jesus intends by his insistence on righteousness exceeding that of the Pharisees and scribes is to drive the question of sin inward, making it an affair of the person's heart as well as his or her outward behavior. He says in effect, "You disciples are not above the law or outside the law of old, but you must go beyond that law." Lust is the poison well within a person out of which comes adultery. It is not enough that you refrain from this deadly act, you must also "cleanse the inside of the cup" (Mat. 23:26).

Occasions for looking with lust present themselves to everyone. Is that the sin of which Jesus speaks, or would it be to entertain and harbor the lust until another person becomes a sex object?"

The message of this text is that of complete self-control of the members of the body, so that obedience may be complete (I Cor. 3:16). The Christian's task must be to live in this world by the standards of the higher righteousness, which exceed the maximum requirements of justice and law.

Though contemporary English uses "lust" only in a negative way, the word originally meant "craving, strong desire" and was morally neutral. In the New Testament, it came to mean sexual passion or obsession, but the Bible does not depreciate the natural use of sex. It does designate lust, however, as representing one of the many forces which belong to the world of unsanctified carnality, which strive against the work of the Holy Spirit and which drag people down. A simple pleasure, as such, is not contrary to the will of God, but enslaving desire and evil pleasure are.

 In the Sermon on the Mount (Mat. 5) we find many of Jesus' teachings. It is the most challenging sermon in the world. It challenges us to see and understand life from a dimension that has spiritual qualities in it. It's challenging because if we're not living life from the broader spiritual foundation, trying to grasp Jesus' meaning leaves us confused.

Jesus states that anger, insult, and slander are as divesting to us spiritually, as the actual physical attack upon another or even murder. Our intentions, our emotions, and desires, as well as the act itself, place us at spiritual risk. Then He addresses adultery and broadens the subject to include lust and anything else which causes us to stumble spiritually.

He taught that if we treat others people as objects and things, without regard for them as persons, without love and respect and consideration is a part of the relationship, either husband or wife may make of the other person a prostitute, one who has relationships without commitment. Lust is a selfish and debilitating attempt to meet one's own needs. Jesus encourages us to be open to the needs of others, and, thereby, we find our own needs fulfilled in a miraculous way.

A pastor, disturbed that Sunday sports were diminishing his congregation, expounded on the words, "Love not the world, neither the things that are in the world" (I Jn. 2:15), by saying: "If that doesn't mean football, what does it mean?"  

We can fall into the same interpretive error by interpreting "lust" only in terms of lecherousness. Lust can be an inordinate desire for just about anything, lust for possessions, lust for power, lust for glory, and so forth.

The hand chopping, eye plucking remedy for sin could never work, if for no other reason than the fact that we have more sins than we have bodily parts. If all offending parts were removed, in the end, we would be simply torsos supporting heads. And there's the problem. Our hearts and minds are still intact. Yet from our hearts and minds come forth all our sins. Our other organs would have been made scapegoats for the real culprit. 



Monday, July 24, 2017

PRUEBAS EN EL DESIERTO


"Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado allí por el diablo. 2 Durante cuarenta días y cuarenta noches ayunó y tuvo mucha hambre. "(Mateo 4: 2)

Un joven hizo una cita para hablar con su pastor. "Pastor, estoy tan frustrado; Cometo tantos errores. ¡A veces parece que no puedo hacer nada bien! ", Se quejó. "Hijo, lo que necesitas es sabiduría de Dios", respondió el pastor. "¿Cómo puedo obtener ese tipo de sabiduría para mi vida, así que ya no cometo errores?", Le suplicó el joven. "La lectura de la Biblia ayudará, especialmente los Proverbios", dijo el pastor. "Pero hay realmente sólo una manera de ganar la sabiduría de Dios: a través de la experiencia." "Bueno, supongo que puedo hacer eso", dijo el joven, comenzando a sentir alguna esperanza. "Y sólo hay una manera de ganar esa experiencia", añadió el pastor. Muriendo por saberlo, el joven exclamó, "¿Cómo es eso?" "Al cometer errores", respondió el pastor.

Que "el desierto" represente cualquier (y todo) lugar estéril, árido y solitario que hayas sido; Emocionalmente, psicológicamente, espiritualmente. Donde la Palabra de Dios es inaudible y sin sabor, y el agua del Espíritu es sólo imaginaria y toda esperanza huye. Esta es la arena de la prueba, donde la voz del enemigo habla tentadoramente, sonando tanto como su propia voz, razonando con usted para capitular, apelando a sus sentidos y auto-importancia, justificando una aparentemente ligera y lógica desviación debido a la extremidad de la circunstancias.

Jesús había sido bautizado, ungido por el Espíritu, y afirmado por el Padre con una voz audible, y luego Su fe fue puesta a prueba. A menudo es así para cada uno de nosotros. Se ha dicho: "Cuando te sientes fuerte o noble, estás en tu punto de mayor riesgo". Es digno de nota que "Jesús fue guiado por el Espíritu al desierto". Esto no fue casualidad; Era parte de Su preparación y entrenamiento. Marcos usó un lenguaje aún más fuerte: "El Espíritu entonces obligó a Jesús a ir al desierto" (Marcos 1:12).

Con el fin de convertirse en la persona que Dios quiere que usted sea y haga la obra que Dios ha preparado para que usted haga, usted también debe estar preparado y entrenado. El Espíritu Santo te llevará allí. ¿Cómo va a llegar su prueba, y cómo va a responder? La prueba de Jesús fue administrada por el diablo. Parece una extraña elección como ayudante de Dios. El nombre, Satanás, significa Acusador. El diablo es el principal espíritu de acusación que, cuando es verdad, es confrontacional y humillante, y proporciona la oportunidad de cambio y crecimiento, y cuando es falso, es dolorosamente humillante, injurioso y destructivo.

La acusación del diablo desafía el sentido personal de valores e identidad. Su desafío a Jesús fue: "Si eres el Hijo de Dios ..." Su desafío a ti será similar: "Entonces, tú crees que eres cristiano, ¿verdad? Bueno, si realmente eres el hijo de Dios ... (aprovecha la gracia de Dios y usa tu autoridad para tu propia satisfacción) "Si haces la voluntad de Dios, escaparás de la destrucción y disfrutarás de la vida eterna. Todo esto se reduce a esto: estas tres categorías, la lujuria de la carne, la lujuria de los ojos y el orgullo de la vida resumen todas nuestras pruebas del desierto (1 Juan 2: 16-17).

El primer desafío de Jesús fue este: "El diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan" (Lucas 4: 3). Después de cuarenta días sin comida, el Hijo del Hombre tenía hambre. Era una necesidad legítima. Pero, ¿qué haría Él al respecto? La lujuria de la carne exige satisfacción inmediata, y la única manera de que esto ocurra en el desierto es usar su autoridad sobrenatural para transformar piedras en pan. ¿Podría Jesús haber hecho esa hazaña? Por supuesto. ¿Habría servido al propósito del Padre para Su vida? No. Tomó carne y sangre con un propósito: no satisfacer sus propios antojos, sino ofrecer su vida como rescate por muchas otras personas. ¡No negocie la unción continua del Espíritu por una satisfacción momentánea para complacer la lujuria de la carne!

El segundo desafío fue este: "Entonces el diablo lo tomó y le reveló a todos los reinos del mundo en un momento de tiempo. 'Te daré la gloria de estos reinos y autoridad sobre ellos', dijo el diablo, 'porque son míos para dar a cualquiera que yo quiera. Yo te lo daré todo si me adoras "(Lucas 4: 5-7).

La autoridad sobre los reinos del mundo podría haber sido Suya. Un acto de adoración y Él podría haber evitado la cruz. Un sacrificio de alabanza en vez de un sacrificio de vida. El desafiante fue desafiado: "Jesús respondió, 'Las Escrituras dicen:" Debes adorar al Señor tu Dios y servirle solamente "(Lucas 4: 8). La adoración no es un asunto ligero. Es la entrega del derecho de control a un poder superior. La adoración pertenece a Dios ya Él solo. Si buscas "gloria y autoridad" por ti mismo, estás en peligro de rendirse a cualquier presentación deslumbrante. ¡Nunca te rindas!

El tercer reto fue el siguiente: "Entonces el diablo lo llevó a Jerusalén, al punto más alto del Templo, y dijo: 'Si eres Hijo de Dios, salta. Porque las Escrituras dicen: "Él ordenará a sus ángeles que te protejan y te protejan. Y te sujetarán con sus manos para que ni siquiera te lastimen el pie sobre una piedra "(Lucas 4: 9-11). El orgullo de la vida es una trampa particularmente engañosa. Sugiriendo que eres impermeable a la ruina, pide riesgos escandalosos. El riesgo es una parte normal de la vida de la fe, pero el riesgo no es tonto. Sólo una cosa califica un riesgo como sabio: que es la voluntad expresa de Dios para ti en ese momento. Ignorar la voluntad de Dios de dar un salto que parece prometedor de otras maneras es el pináculo de la estupidez. Jesús contestó categóricamente: "Las Escrituras también dicen: 'No debéis probar al Señor vuestro Dios' (Lucas 4:12).

Jesús conquistó al acusador declarando las palabras de Dios. No sólo aquellas palabras que encontró en un libro, sino aquellas palabras que se habían convertido en parte de su vida. Él citó la verdad viva y el diablo fue silenciado. ¿Cómo las palabras escritas de Dios se convierten en palabras vivas? Mediante la lectura reflexiva y la meditación reflexiva. Al moverlos de su cabeza a su corazón. Y practicándolos en tu vida cotidiana. Y eso es lo que la prueba del desierto se trata: averiguar qué verdad realmente viven.

Hablar es barato. ¿Qué palabras gobiernan tu corazón? ¿Sustentar sus valores? Guía sus opciones? Cavar profundamente hasta que hagas de las palabras de Dios tu fundamento. Cuidadosamente eliminar todo el resto, no importa lo popular, no importa lo agradable. No se aparten de las pruebas de la vida; Si sólo llegaron cuando estaban "listos", no serían pruebas, porque están probando cómo confían en Dios por lo que no poseen en ustedes mismos. Y no se quejen de la prueba, porque "las tentaciones en tu vida no son diferentes de lo que otros experimentan. Y Dios es fiel. No permitirá que la tentación sea más de lo que puedes soportar. Cuando tú seas tentado, él te mostrará una salida para que puedas soportar "(1 Corintios 10:13).


Ingrese a las pruebas con alegría, regocijándose por el resultado. "Cuando su fe es probada, su resistencia tiene una oportunidad de crecer. Así que crezca, porque cuando tu paciencia esté plenamente desarrollada, serás fuerte en su carácter y preparado para cualquier cosa "(Santiago 1: 3-4).

TESTING IN THE WILDERNESS


“Then Jesus was led by the Spirit into the wilderness to be tempted there by the devil. 2 For forty days and forty nights he fasted and became very hungry.” (Matthew 4:2)

A young man made an appointment to speak with his pastor. “Pastor, I am so frustrated; I make so many mistakes. Sometimes it seems I can’t do anything right!” he complained. “Son, what you need is God’s wisdom,” the pastor replied. “How can I get that kind of wisdom for my life, so I don’t make mistakes anymore?” the young man begged. “Reading the Bible will help, especially Proverbs,” said the pastor. “But there’s really only one way to gain God’s wisdom: through experience.” “Okay, I guess I can do that,” said the young man, beginning to feel some hope. “And there’s only one way to gain such experience,” added the pastor. Dying to know, the young man blurted, “How is that?!” “By making mistakes,” answered the pastor.

Let “the wilderness” represent any (and every) barren, arid, lonely place you’ve ever been; emotionally, psychologically, spiritually. Where the Word of God is inaudible and tasteless, and the water of the Spirit is only imaginary and all hope flees away. This is the arena of testing, where the enemy’s voice speaks temptingly, sounding so much like your own voice, reasoning with you to capitulate, appealing to your senses and self-importance, justifying a seemingly slight and logical deviation due to the extremity of the circumstances.

Jesus had been baptized, anointed by the Spirit, and affirmed by the Father in an audible voice, and then His faith was put to the test. It is often this way for each of us. It has been said "When you feel strong or noble, you are at your point of greatest risk". It is worthy of note that “Jesus was led by the Spirit into the wilderness.” This was no accident; it was part of His preparation and training. Mark used even stronger language: “The Spirit then compelled Jesus to go into the wilderness” (Mark 1:12).

In order to become the person God wants you to be and do the work God has prepared for you to do, you also must be prepared and trained. The Holy Spirit will take you there. How will your test come, and how will you respond? Jesus’ test was administrated by the devil. Seems like a strange choice as God’s assistant. The name, Satan, means Accuser. The devil is the chief spirit of accusation, which, when it is true, is confrontational and humbling and provides the opportunity of change and growth, and, when it is false, is painfully humiliating and injurious and destructive.

The devil’s accusation challenges one’s personal sense of values and identity. His challenge to Jesus was: “If you are the Son of God…” His challenge to you will be similar: “So, you think you’re a Christian, do you? Well, if you really are God’s child… (take advantage of God’s grace and use your authority for your own satisfaction).” If you do God will, you will escape destruction and enjoy everlasting life. It all comes down to this: these three categories, lust of the flesh, lust of the eyes, and pride of life summarize all of our wilderness tests (1 John 2:16-17).

Jesus’ first challenge was this: “The devil said to him, ‘If you are the Son of God, tell this stone to become a loaf of bread’” (Luke 4:3). After forty days without food, even the Son of Man was hungry. It was a legitimate need. But what would He do about it? The lust of the flesh demands immediate satisfaction, and the only way for that to happen in the wilderness is to use your supernatural authority to transform stones into bread. Could Jesus have done that feat? Of course. Would it have served the Father’s purpose for His life? No. He took on flesh and blood for one purpose: not to satisfy His own cravings, but to offer His life as a ransom for many other people. Don’t trade the continuing anointing of the Spirit for a momentary satisfaction to please the lust of the flesh!

The second challenge was this: “Then the devil took him up and revealed to him all the kingdoms of the world in a moment of time. ‘I will give you the glory of these kingdoms and authority over them,’ the devil said, ‘because they are mine to give to anyone I please. I will give it all to you if you will worship me’” (Luke 4:5-7).

The authority over the world’s kingdoms could have been His. One act of worship and He could have avoided the cross. A sacrifice of praise instead of a sacrifice of life. The challenger was challenged: “Jesus replied, ‘The Scriptures say, “You must worship the Lord your God and serve only him”’” (Luke 4:8). Worship is not a light matter. It is the surrender of the right to control to a higher power. Worship belongs to God and to Him alone. If you seek “glory and authority” for yourself, you are in danger of surrendering to any dazzling presentation. Never surrender!

The third challenge was this: “Then the devil took him to Jerusalem, to the highest point of the Temple, and said, ‘If you are the Son of God, jump off! For the Scriptures say, “He will order his angels to protect and guard you. And they will hold you up with their hands so you won’t even hurt your foot on a stone” (Luke 4:9-11). The pride of life is a particularly deceptive snare. Suggesting that you are impervious to ruin, it begs for outrageous risks. Risk is a normal part of the life of faith, but foolish risk is not. Only one thing qualifies a risk as wise: that it is the express will of God for you at that moment. Ignoring God’s will to take a leap that seems promising in other ways is the pinnacle of foolishness. Jesus flatly countered, “The Scriptures also say, ‘You must not test the Lord your God” (Luke 4:12).

Jesus conquered the Accuser by declaring God’s words. Not just those words that He found in a book, but those words that had become a part of His life. He quoted living truth and the devil was silenced. How do God’s written words become living words? By thoughtful reading and reflective meditation. By moving them from your head to your heart. And by practicing them in your daily life. And that’s what wilderness testing is all about: finding out what truth your really live by.

Talk is cheap. What words govern your heart? Undergird your values? Guide your choices? Dig deep until you make God’s words your foundation. Carefully weed out all the rest, no matter how popular, no matter how pleasant. Don’t shy away from life’s tests; if they only came when you were “ready,” they wouldn’t be tests, because they are testing how you trust in God for what you do not possess in yourself. And don’t whine about the testing, for “The temptations in your life are no different from what others experience. And God is faithful. He will not allow the temptation to be more than you can stand. When you are tempted, he will show you a way out so that you can endure” (1 Corinthians 10:13).


Enter the testing with joy — rejoicing for the outcome. “When your faith is tested, your endurance has a chance to grow. So let it grow, for when your endurance is fully developed, you will be strong in character and ready for anything” (James 1:3-4).

Monday, July 17, 2017

LA IMPOSICIÓN DE MANOS


"Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno." Hebreos 6:1-2

Las Sagradas Escrituras nos enseñan que la doctrina de la imposición de manos, corresponde a los rudimentos de la fe cristiana, es decir a las doctrinas que todo verdadero cristiano debe conocer y que son la base de nuestra fe. Es tan importante, que aparece dentro de la misma lista de los rudimentos o fundamentos, tales como la doctrina del arrepentimiento, la doctrina de la fe en Dios, la doctrina de bautismos, la doctrina de la resurrección, y la doctrina del juicio eterno. La Escritura nos enseña que la imposición de manos es algo que le pertenece a la Iglesia de hoy. (Marcos 16: 17-18).

La imposición de manos es una forma de hacer contacto para poder bendecir a alguien. La palabra imposición en hebreo es camak que significa sostener, apuntalar, sustentar, apoyar, afianzar, báculo. En griego es epithesis que quiere decir poner sobre y se deriva de la raíz Epi que significa sobre y Tithemi que significa poner, colocar. En resumen la imposición de manos sobre algo o alguien en forma pasiva.
Siendo que estamos hablando de imposición de manos debemos entender por esa definición que cuando las manos son impuestas en la forma correcta y con el propósito correcto algo debe ocurrir. La imposición de manos es un acto sagrado con un valor importante para Dios y así de importante debe ser para nosotros. No es meramente el acto de imponer manos, sino el propósito por el cual se está haciendo.

¿PARA QUE Y A QUIENES SE IMPONE LAS MANOS?

Se imponen manos porque es una de las formas de comunicación que nos permite extendernos hacia los demás para trasmitirles bendición o poder de parte de Dios. En el Antiguo Testamento la imposición de manos era básicamente una facultad de los patriarcas, profetas y sacerdotes, les imponían las manos para:
A. Reconocer sucesores: Números 27:18-23 

B. Consagrar la ofrenda a Dios: Éxodo 29:15 

C. Designer Reyes: I Samuel 10:1, 16:13 

D. Trasmitir bendición y herencia a los hijos: Génesis 48:14 

E. Descargar los pecados al pueblo: Levítico 16:21 

F. Recibir sabiduría: Deuteronomio 34:9

G. Ungir sacerdotes: Números 8:10

H. Como castigo al blasfemo: Levítico 24:14 

Cada una de estas imposiciones de manos es figura para nosotros en este tiempo de gracia. Desde los tiempos de nuestro Señor Jesucristo hasta nuestros tiempos la imposición de manos continúa vigente en la iglesia y se utiliza para ministrar:

A. Salvación, santidad y liberación, Mar. 5:238:236:5; Lc. 13:11

B. El bautismo en el Espíritu Santo, Hch. 8:19; 19:6

C. Para enviar misioneros, Hchs. 13:3

La imposición de manos continúa vigente en la iglesia de hoy y con la ayuda y guianza del Espíritu Santo podemos llevar bendición a los demás.


ADVERTENCIA IMPORTANTE


"No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro. " (1 Timoteo 5:22)


De veras cuando profundizamos al respecto nos asombramos de ver hoy la soltura con la que muchas veces los pastores o evangelistas o cualquier ministro, comienzan a poner sus manos sobre cualquier cabeza que se le cruce. Mientras que la Biblia nos exhorta a imponer las manos, nos previene también de hacerlo.


La exhortación a Timoteo y a todos nosotros es a no ser rápidos al imponer manos. Cuando le dice “a ninguno” está dejando ver que no podemos impresionarnos con títulos, posiciones o posesiones. No importa el título que obstante alguien, sin no somos dirigidos por el Señor a imponer manos, no lo hagamos. Cuando miramos a nuestro alrededor veremos que no se ha tomado tanto en serio, pues vemos a muchas personas ejerciendo ministerios que no deberían estar ahí. 


Note el consejo que el Apóstol Pablo le da a Timoteo del tremendo peligro que es imponer las manos con ligereza. El problema no está en imponer manos, sino en hacerlo con ligereza, esta voz griega 'tacis' significa hacer algo apresuradamente, con rapidez, hacer algo precipitadamente, muy pronto. Es decir que no se debería imponer manos apresuradamente, aquí no se está hablando de rapidez o lentitud en cuanto a tiempo, sino que no se debe imponer manos sin antes analizar por el Espíritu la condición en la que se encuentra cada persona a la que debemos ministrar. La doctrina de la imposición de manos debe ir acompañada con el discernimiento de espíritus (1 Corintios 12:10). De no ser así el ministro que este ministrando, es decir 'dando', puede terminar 'recibiendo' lo que no es bueno, es decir que 'comparte', 'forma parte de', 'participa' de los pecados de aquella persona que pueda tener contaminación en la carne y en el espíritu (II Corintios 7:1, Judas 22, 23).


Estos dos textos nos indican que existen contaminaciones de las cuales debemos cuidarnos. No podemos ignorar que por medio de imponer manos un hombre por más sincero y limpio que sea, puede participar de pecados ajenos.


¿Cómo puede ser esto? La respuesta es sencilla, así como se transmiten dones espirituales por medio de la imposición de manos, también cabe la posibilidad de conferir otras cosas (1 Timoteo 4:14).

En el pasaje que acabamos de leer, encontramos que la imposición de manos es acompañada con profecía, lo cual explica que no es simplemente un rito eclesiástico, sino que en ese instante está implícita o explícitamente desarrollándose una actividad profundamente espiritual. Es decir que la doctrina de la imposición de manos nos ensena que con esta actividad siempre se está confiriendo algún don espiritual con el fin de 'adornar' a la iglesia, y no para despeinar a nadie.

Quizás Ud. está pensando en las oportunidades en las cuales se le impusieron manos, y tal vez piense que en una oportunidad no sintió nada mientras que en otras sí; pero esto en ninguna manera representa que cuando sentimos algo recibimos de Dios y cuando no, no recibimos. Porque nuestra vida no se rige por lo que sentimos, sino por lo que creemos: No andamos por vista (por los cinco sentidos), sino por fe.

BENEFICIOS DE LA IMPOSICIÓN DE MANOS

A. Se recibe el Espíritu Santo (Hechos 8:17)

B. Se reciben dones espirituales (1 Timoteo 4:14)

C. Se recibe sanidad (Marcos 16:18)

D. Se recibe bendición (Génesis 48:14-22)

E. Se recibe autoridad delegada (Deuteronomio 34:9)

F. Se realizan milagros extraordinarios (Hechos 19:11)

G. Se recibe unción para el servicio (Hechos 6:1-6)

Es necesario entender que el poder no está en las manos de los ministros sino en Dios.


A. La imposición de manos tiene como propósito glorificar a Dios, y extender la cobertura de los cinco ministerios.

B. Es para todo aquel que crea y se deje guiar por el Espíritu Santo.

C. Imponer las manos es parte de la ministración al pueblo de Dios donde pueden suceder milagros, sanidades, liberaciones, etc.

D. Son las personas autorizadas por el Espíritu Santo y por nuestras autoridades para imponer las manos.

Todo esto nos demuestra que la imposición de manos es algo sumamente importante y de mucho cuidado. Para que un creyente tome la decisión de imponer las manos para realizar cualquiera de los usos que la Biblia nos enseña, debe estar muy seguro de que esa es la voluntad de Dios.


¿Qué tal que alguien impusiera las manos para atribuir poder o autoridad a alguien a quien Dios no ha llamado? ¿Qué tal que alguien impusiera las manos para bendecir a quien Dios no quiere bendecir? Por eso la Biblia dice: "No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro" (1 Timoteo 5: 22).


Esperamos que este estudio sirva de estimulo para que actuemos con mayor cautela y busquemos siempre en oración la dirección de Dios en cuanto a la imposición de manos.


THE LAYING ON OF HANDS


"Therefore leaving the principles of the doctrine of Christ, let us go on unto perfection; not laying again the foundation of repentance from dead works, and of faith toward God, of the doctrine of baptisms, and of laying on of hands, and of resurrection of the dead, and of eternal judgment." Hebrews 6:1-2

Scripture teaches us that the doctrine of the laying on of hands, corresponds to the fundamentals of the Christian faith, which are the doctrines that every true Christian should know and which are the basis of our faith. It is so important that it appears in the same list of the principles or fundamentals, such as the doctrine of repentance, the doctrine of faith in God, the doctrine of baptisms, the doctrine of the resurrection, and the doctrine of eternal judgment. Scripture teaches us that the imposition of hands is something that belongs to the church of today. (Mark 16: 17-18).

The laying on of hands is a way to make contact to bless someone. The word in Hebrew iscamak which means sustain, shore up, support, supporting, strengthening, staff. In Greek it is epithesis that means putting on and is derived from the root meaning of Epi which means putting and tithemi which means place. In summary the laying on of  hands on someone or something passively.

Since we are talking about laying on of hands we should understand by that definition that when the hands are placed in the right way and for the right purpose something should happen. The laying on of hands is a sacred act with a significant value to God and thus should be important to us. It is not merely the act of laying hands, but the purpose for which it is done.


WHY AND ON WHOM ARE THE HANDS LAID ON?

Hands are imposed because it is one of the forms of communication that allows us to extend ourselves to others to convey blessing and power of God. In the Old Testament the laying on of hands was basically a faculty of the patriarchs, prophets and priests, hands were laid to:

A. Recognize successors: Numbers 27:18-23

B. Consecrate the offering to God: Exodus 29:15

C. Designate kings: I Samuel 10:1, 16:13

D. Transmit blessing and inheritance to sons: Genesis 48:14

E. Absolve the sins the people: Leviticus 16:21

F. Receive wisdom: Deuteronomy 34:9

G. Anoint priests: Numbers 8:10

H. As punishment for the blasphemer: Leviticus 24:14

Each one of these impositions of hands is a figure for us in this time of grace. From the time of our Lord Jesus Christ to our time the laying on of hands continues in force in the church and used to minister:

A. Salvation, holiness and deliverance: Mark 5:23, 8:23, 6:5; Luke 13:11

B. The baptism in the Holy Spirit:  Acts. 8:19; 19:6

C. To send missionaries: Acts 13:3

The imposition of hands is still valid in today's church and with the help and guidance of the Holy Spirit can bring blessing to others.

IMPORTANT WARNING

"Lay hands suddenly on no man, neither be partaker of other men’s sins: keep thyself pure." (1 Timothy 5:22)

Really when we go deeper in this regard we are astonished to see today the ease with which many pastors or evangelists or any minister, begin to lay their hands upon anyone that crosses their path. While the Bible exhorts us to lay hands, it also prevents us from doing so.
The exhortation to Timothy and to all of us is to not be quick to lay hands. When he says "no man" He is telling us that we should not be impressed with titles, positions or possessions. It doesn't matter the title that someone might have, if we are not directed by the Lord to lay hands, we should not do it. When we look around we see that this has not been taken very seriously, as we see many people exercising ministries that should not be there.

Notice the advice the Apostle Paul gives Timothy  about the tremendous danger of laying hands hastily. The problem is not in lay hands, but do it hastily, this Greek word 'tacis' means doing something hastily, quickly, abruptly, hurriedly. In other words you should not lay hands hastily, here we are not talking about fast or slow in time, but that we should not lay hands without first analyzing by the Spirit the condition in which each person is that we are ministering to. The doctrine of the laying on of hands must be accompanied with the discernment of spirits (1 Corinthians 12:10). Otherwise the minister that this ministering, that is 'given', may end up 'receiving' what is not good, that is, 'share', 'form part of', 'participate' of the sins of the person who may have contamination in the flesh and spirit (II Corinthians 7:1, Jude 22, 23).

These two texts indicate that there are contamination of which we must be careful of. We cannot ignore that through laying on of hands a man regardless of how sincere and clean it he may be, can participate in the sins of others.

How can this be? The answer is simple, the same way that spiritual gifts are transmitted through the laying on of hands, it is also possible to confer other things (1 Timothy 4:14).

In the passage we just read, we find that the laying on of hands is accompanied by prophecy, which explains that it is not merely an ecclesiastical rite, but at that moment he is implicitly or explicitly fulfilling a deeply spiritual activity. That is to say that the doctrine of the laying on of hands teaches us that through this activity some spiritual gift is always being conferred in order to 'decorate' the church, and not to upset anyone.

Perhaps you are thinking of the times that hands were laid on you, and may think that at one time you did not feel nothing while others times you did; but this in no way represents that when we feel something we receive from God and when we do not, we don't receive. Because our life is not governed by what we feel but by what we believe: We do not walk by sight (the five senses), but by faith.

BENEFITS OF LAYING ON OF HANDS

A. The Holy Spirit is received (Acts 8:17)

B. Spiritual gifts are received (1 Timothy 4:14) 

C. Healing is received (Mark 16:18)

D. Blessings are received (Genesis 48:14-22)

E. Delegated authority  is received (Deuteronomy 34:9)

F. Extraordinary miracles are performed (Acts 19:11)

G. Anointing for service is received (Acts 6:1-6)

We need to understand that the power is not in the hands of the ministers but in God.

A. The imposition of hands is meant to glorify God, and to extend the coverage of the five ministries

B. It is for all who believe and are guided by the Holy Spirit.

C. The laying on of hands is part of the ministry to God's people by which miracles, healings, deliverances, etc can happen.

D. They are the persons authorized by the Holy Spirit and by our authorities to lay hands.

All this shows that the imposition of hands is something very important and should be done with great care. For a believer who makes the decision to lay hands for any of the uses that the Bible teaches us, must be very sure that this is the will of God.

What if someone laid hands to confer power or authority to someone to whom God has not called? What if someone lay hands to bless someone who God did not wants to bless? That is why the Bible says: "Do not be hasty in the laying on of hands, and do not share in the sins of others. Keep yourself pure." (1 Timothy 5:22)


We hope that this study serves as a stimulus to act more cautiously and always in prayer for God's guidance as to the laying on of hands.