Dr MARTIN VASQUEZ

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Mesa, Arizona, United States
EDUCATION: Holt High School, Holt Mich., Lansing Community College, Southwestern Theological Seminary, National Apostolic Bible College. MINISTERIAL EXPERIENCE: 51 years of pastoral experience, 11 churches in Arizona, New Mexico and Florida. Missionary work in Costa Rica. Bishop of the Districts of New Mexico and Florida for the Apostolic Assembly. Taught at the Apostolic Bible College of Florida and the Apostolic Bible College of Arizona. Served as President of the Florida Apostolic Bible College. Served as Secretary of Education in Arizona and New Mexico. EDUCACIÓN: Holt High School, Holt Michigan, Lansing Community College, Seminario Teológico Southwestern, Colegio Bíblico Nacional. EXPERIENCIA MINISTERIAL: 51 años de experiencia pastoral, 11 iglesias en los estados de Arizona, Nuevo México y la Florida. Trabajo misionera en Costa Rica. Obispo de la Asamblea Apostólica en los distritos de Nuevo México y La Florida. He enseñado en el Colegio Bíblico Apostólico de la Florida y el Colegio Bíblico Apostólico de Arizona. Presidente del Colegio Bíblico de la Florida. Secretario de Educación en los distritos de Nuevo México y Arizona.

Sunday, December 18, 2011

¿ES INCORRECTO DISCUTIR CON DIOS?

“Subiré a mi torre de vigilancia y montaré guardia. Allí esperaré hasta ver qué dice el Señor y cómo responderá a mi queja.” (Habacuc 2:1)
Oraciones apasionantes, honestas, hasta enojadas fueron expresadas por muchas personas en la Biblia. Habacuc no fue el único para dar voz a sus quejas. Moisés, Gedeón, Elías y Job, entre otros, también cuestionaron y argumentaron con Dios.
Dios escucha con un oído comprensivo cuando nos quejamos de la injusticia. Siempre que seamos sacudidos por la injusticia de la vida, deberíamos realizar que Dios fue molestado por tales cosas mucho antes que nosotros. De hecho, la injusticia no nos molestara en absoluto si Dios no nos hubiera dado un sentido de justicia. ¿Dónde más podríamos conseguir un sentido del bien y el mal?, si no de Dios.
Como Dios conoce nuestros pensamientos más profundos, deberíamos ser honesto con él (y con nosotros) y admitir nuestros sentimientos de ultraje o confusión. Pero ¡cuidado! 'la respuesta' de Dios puede ser tan desconcertante como el problema. Dios no está obligado a contestar nuestras preguntas como esperaríamos.
Como Habacuc, Job y los demás descubrieron, Dios rara vez se explica, o sus caminos completamente. Cuando lo hace, la gente no tiene la capacidad para entender Sus respuestas, pero son abrumados con Su poder y amor. Al final, aunque no podemos conocer las respuestas a nuestras preguntas, venimos a conocer a Dios mejor.

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