El 24 de febrero 1997 los científicos del Instituto
Roslin en Escocia anunciaron que habían clonado con éxito una oveja. Como
creyentes en la Biblia ciertamente no queremos condenar toda la tecnología.
Pero Dolly deja a preguntarse cuánto tiempo hasta que alguien clona un ser
humano, y cuáles son las consecuencias de ello, y si esto es incluso justo.
Dolly es una "fotocopia" de otra oveja. En realidad, ella no tiene
madre. Ella es la gemela idéntico "de su madre", no la hija de su
madre. Un clon (del griego
klon) es un individuo (planta, animal o ser humano) derivado por reproducción
asexual de otro organismo que tiene los mismos componentes hereditarios.
Si bien la Biblia no trata específicamente el tema de la
clonación humana, hay principios en las Escrituras que pueden arrojar más luz
sobre el concepto. La visión cristiana del proceso de clonación humana se puede
establecer a la luz de varios principios bíblicos. En primer lugar, los seres
humanos fueron creados a imagen de Dios y, por lo tanto, son únicos. Génesis 1:
26-28 afirma que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios y es único
entre todas las creaciones. Esta escritura bastante bien cubre la propagación
humana desde el punto de vista bíblico, y sin embargo, no dice nada de la
biología molecular o ADN. Tampoco ningún otro versículo de las Escrituras. Así
que en lugar de buscar una declaración directa y específica de la Biblia
("No te clonar") tenemos que abrir la Palabra de Dios para buscar
principios que nos ayudarán en el laberinto de las preguntas que la clonación
plantea para nosotros.
La clonación es un medio de reproducción diferente de lo
que Dios ordenó. No implica que un hombre y su esposa se reproduzcan por los
medios ordenados por Dios. Eso parecería convertirlo, en general, en una
violación de la intención de Dios. Cambia lo que Dios autorizó a algo que Él no
autorizó (Proverbios 3: 5, 6; 14:12; Jeremías 10:23; 2 Juan 9; Mateo 15: 9;
Colosenses 3:17).
Es importante señalar que la ciencia o los científicos no
crearon vida. Algunos en el frenesí de los medios que rodeó
Dolly fueron camino borda en sus declaraciones e
informes, haciéndolo sonar como si el equipo de Roslin creció a Dolly en una
placa de Petri de plastilina y limpiadores de pipa. Esto simplemente no es
verdad. Crecieron una oveja en una oveja al igual que todos los demás ovejas
han sido crecido. Todo lo que hicieron fue
trasplantar algo de ADN, y luego utilizar los procesos reproductivos naturales
exactas que Dios puso en su lugar al principio.
La
clonación humana copia intencionalmente el código genético de una
persona con el propósito de crear otra persona con el mismo material genético.
Esto crea una vida humana nueva e individual basada en el modelo
genético de un sólo donante o un sólo progenitor en vez de dos.
Los intentos
actuales para clonar seres humanos utilizan la misma técnica empleada
anteriormente para clonar animales, tal como lo hicieron con Dolly. Al método
utilizado se le llama transferencia nuclear de células somáticas, lo que da
como resultado la creación de un nuevo organismo por medio de fusión, en vez de
fertilización. El resultado de una transferencia nuclear de células
somáticas exitosa en animales, es la creación de un miembro individual de la
especie que contiene el complemento total del material genético, y este mismo
resultado se obtiene por medio de la fertilización. Tal como la oveja clonada es
ciento por ciento oveja, así también los embriones humanos clonados serían
ciento por ciento humanos.
La transferencia nuclear
de células somáticas consiste en remover el núcleo de un óvulo que no ha sido
fertilizado y reemplazarlo con el núcleo de una célula somática del donante que
va a ser clonado. Una célula somática, como una célula de la piel o un glóbulo
blanco, contiene el ADN o código genético del donante. Posteriormente, en vez
de que ocurra la fertilización, se aplica una pequeña vibración eléctrica para
estimular a la célula a que comience el proceso de división. El resultado es un
nuevo individuo clonado que empieza el mismo proceso de desarrollo
humano por el que todos pasamos.
Toda
clonación humana es reproductiva, pues ésta implica la creación de la
vida humana. Tanto la clonación “reproductiva” como la “terapéutica” requieren
la transferencia nuclear de células somáticas para duplicar el material
genético del donante. La diferencia entre la clonación “reproductiva” y la
“terapéutica” tiene que ver con el objetivo de la acción y no con el método,
planteándose la pregunta: “¿Qué es lo que usted se propone hacer con el
clon?” Una vez que el embrión humano ha sido clonado, éste se puede implantar
en la matriz de una mujer con el propósito de que a los nueve meses se dé a luz
a un infante (clonación reproductiva) o se permita que se desarrolle por varias
semanas, y luego se destruya para obtener sus células madres con el propósito
de investigarlas (clonación terapéutica).
Se especula que las
células madres embrionarias pueden ser una fuente prometedora para curar una
variedad de enfermedades humanas. Algunos científicos quieren expandir la
investigación de células madres embrionarias usando el material genético de
algún paciente para clonar un embrión humano, el cual sería destruido para
obtener sus células madres. Estas células serían utilizadas para crear terapias
personalizadas que el cuerpo del paciente no rechazaría. Hasta la fecha, los
científicos que están tratando de clonar embriones con el propósito de obtener
células madres para investigación, no han podido desarrollar un modelo animal o
humano que confirme su teoría.
Otros
investigadores manifiestan que es innecesario el hacer clonaciones sólo para
estudiar las células madres embrionarias. Ellos señalan que existe otro tipo de
medicina inmunosupresora más efectiva para evitar el rechazo de un trasplante,
y señalan que se ha comprobado la existencia de un registro que contiene información sobre fuentes
alternativas, por medio de las cuales se pueden obtener células madres, de
médula ósea y de la sangre del cordón umbilical, que pueden proporcionar a los
pacientes verdaderas terapias médicas.
Un flujo continúo
de investigaciones publicadas, muestran que hay grandes esperanzas en el área
de fuentes por medio de las cuales se pueden obtener lo que se llama células
“adultas” o no embrionarias. Las terapias que utilizan fuentes tales como la
médula ósea, la sangre del cordón umbilical y el páncreas, para obtener células
madres, ya han tratado con éxito a los pacientes que tienen enfermedades tales
como diabetes, problemas cardiacos, y esclerosis múltiple. Estos
beneficios terapéuticos para los pacientes demuestran que el uso de células
madres adultas, sobrepasa cualquier investigación animal que se esté
llevando a cabo en la actualidad y que utiliza células madres embrionarias.
Uno de los ejemplos
incluye la investigación hecha sobre la enfermedad de Parkinson. Un estudio
reciente, publicado en los Estados Unidos, informó acerca del éxito
logrado al utilizar células madres embrionarias obtenidas de ratones,
como tratamiento para algunos de los síntomas presentados por ratas
que tenían la enfermedad de Parkinson. Aunque esto suena prometedor, palidece
al compararlo con la investigación hecha sobre la enfermedad de Parkinson
utilizando células madres adultas. Por ejemplo, en abril de 2002, un médico de
Los Ángeles reportó haber tratado de forma eficaz a un paciente que tenía la
enfermedad de Parkinson, utilizando las células madres de
la neurona del mismo paciente.
La gran cantidad de
evidencia que existe del aparente poder sanador de las células madres adultas,
hace que la investigación utilizando células madres embrionarias sea innecesaria.
Además, son asombrosas las implicaciones morales que se llevan al crear
embriones humanos con el propósito de destruirlos para obtener células madres.
Nunca es moral o éticamente aceptable matar a un ser humano para probablemente
salvar a otro. Un embrión clonado genéticamente es un gemelo idéntico del
donante, excepto con edad diferente, y por lo tanto es totalmente
humano. Los embriones humanos merecen la misma protección que los humanos
reciben durante otras etapas de desarrollo. Cada vida humana comienza
como un embrión, y es de esperarse que crezca a partir de entonces hacia otras
etapas de la vida: feto, infante, niño pequeño, etcétera. El tamaño o el lugar
no determinan la naturaleza humana.
Este no es un
asunto de ser una persona o no; es un asunto de si la humanidad va a proteger a
los humanos más débiles que se encuentran entre nosotros o si permitirá que los
humanos jóvenes sean utilizados como si fueran materia prima para experimentos
científicos.
Otra cosa a
considerar es la indudable posibilidad de que los científicos fracasen en sus
intentos por utilizar en sus investigaciones, células madres embrionarias que
hayan sido clonadas. Actualmente, una definición general de clonación
“terapéutica”, tal como lo propuesto en la política pública, incluye
la destrucción de embriones clonados dentro de los primeros 14 días de su
existencia. ¿Qué pasaría si los científicos descubren que las células madres de
un feto de ocho semanas son más prometedoras que las de un embrión de dos
semanas? Esta pregunta no es totalmente especulativa: Recientemente,
investigadores que trabajan para la empresa Advanced Cell Technology
(Tecnología Avanzada de la Célula), en los Estados Unidos, informaron
haber implantado embriones vacunos clonados en úteros, permitiendo que los
embriones crecieran hasta las ocho semanas antes de ser destruidos para obtener
células madres más desarrolladas. Los investigadores dicen que este experimento
tuvo éxito gracias a que las células fetales estaban más maduras.
¿Cómo responde
usted a las afirmaciones hechas por algunas personas partidarias de la
clonación “terapéutica” que argumentan que los embriones clonados son sólo
“óvulos no fertilizados”, deduciendo que es moralmente aceptable destruirlos
para obtener células madres embrionarias?
“Óvulos no
fertilizados” es un nombre equivocado. Los partidarios de la clonación
“terapéutica” están tratando de correlacionar con los óvulos no fertilizados
los productos de la clonación por la transferencia nuclear de células
somáticas. Técnicamente, es correcto decir que los óvulos formados por este
método no han sido fertilizados con esperma pero ése es el propósito de la
clonación: pasar por alto la reproducción sexual. Sin embargo, el resultado de
la transferencia nuclear de células somáticas no es “óvulos” (antes de la
fertilización o de otra forma) sino embriones que contienen todo el material
genético necesario para convertirse en un ser humano en desarrollo. Al utilizar
el término “óvulos no fertilizados”, los defensores de la clonación para obtener
células madres embrionarias van en contra de su propio argumento porque los
óvulos antes de la fertilización no son, ni tampoco contienen, células madres;
las células madres sólo existen en los seres humanos que están completos
genéticamente. El hecho de que el resultado final de la clonación humana es un
ser con células madres valida la naturaleza humana del embrión. Si los
productos de la clonación fueran equivalentes al óvulo antes de la
fertilización, no habría células madres que recolectar, y de esta forma tampoco
habría ningún provecho potencial para la investigación.
Los defensores de
la clonación “terapéutica” también dicen que los productos de la clonación
humana no son capaces de convertirse en seres humanos. Si esto fuera verdad, no
habría necesidad de prohibir la clonación “reproductiva”. La realidad es que la
transferencia nuclear de células somáticas crea un embrión humano que si fuera
implantado en una matriz se desarrollaría en un feto y sería dado a luz como
cualquier recién nacido.
PROBLEMAS BÍBLICOS Y OBJECIONES A LA CLONACIÓN DE SERES
HUMANOS
Si miramos con atención, veremos que la clonación humana
está destinada a ser un desastre, tanto ética como moralmente.
La primera objeción es que la clonación no es sabia.
Sabiduría es saber el final de un asunto desde el principio (Proverbios 14:15).
Debemos contar el costo antes de hacer algo.
La segunda objeción a la clonación humana es que puede
ser pura y simple pecador. Esto es cierto por varias razones. En primer lugar,
los resultados de la clonación son abortos. La clonación es un procedimiento
complicado que a menudo no funciona, por lo que muchos, muchos embriones
clonados tienen que hacerse. En el caso de Dolly tomó 277 pruebas y errores
para producir la oveja Dolly, mientras jugaba con (y destruir) embriones de
oveja no molesta a nadie, ¿que si se hiciera con embriones humanos?
Además, la clonación podría ser utilizada para tener un
hijo fuera de la unidad familiar. El orden de Dios para la familia está
claramente expuesta en Efesios 6:1-4. Los niños necesitan los padres, tanto una
mamá y un papá. ¿Quién es el que está más entusiasmado con la clonación? La
comunidad homosexual. Con la clonación no habría ninguna necesidad de los
hombres. Una mujer sola puede elegir para clonar a sí misma en lugar de
involucrar un hombre de ninguna manera. Dios nos libre de diseñar este tipo de
tecnología con el fin de dar a las parejas homosexuales la oportunidad de
producir una familia, o incluso hasta permitir que los solteros
puedan reproducirse fuera del matrimonio.
Tal vez lo peor de todo, la clonación, inevitablemente
dará lugar a los niños explotados. Cuando los expertos son presionados para
explicar lo que la clonación podría ser utilizada, ¿de qué hablan? ¿Qué de
producir un niño como "piezas de repuesto"? ¡Los niños son un regalo
del Señor, no es algo para ser explotados para beneficio nuestro o de otro!
Los seres humanos fueron creados por separado, a imagen
de Dios, a diferencia del reino animal (Génesis 1:27). Nuestra existencia se
extiende más allá de la muerte física (Luke16:19-31, Filipenses 1:23). Esto no
se indica en ninguna parte de los animales.
Al parecer hay
apoyo universal por la prohibición de clonación “reproductiva”, entonces, ¿por
qué no prohibir únicamente este tipo de clonación? Una prohibición de la
clonación “reproductiva” no prohíbe la clonación; ésta sólo prohíbe la
implantación del embrión humano clonado en la matriz de una mujer (o en un
útero artificial), con el propósito de darlo a luz. Si se permite la clonación
“terapéutica” o la clonación para la investigación de células madres
embrionarias, la tecnología desarrollada, debido a esto, añadiría al
conocimiento científico de aquellos que quieren clonar con el propósito de dar
a luz a este clon. El reto tiene que ver con clonar al embrión, no con
implantarlo. Inevitablemente, un embrión humano creado para la investigación de
células madres sería implantado en la matriz de una mujer. La única forma de
garantizar que esto no suceda, es que cada nación, o que todas las naciones juntas,
prohíban toda forma de clonación humana.
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