Dr MARTIN VASQUEZ

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Mesa, Arizona, United States
EDUCATION: Holt High School, Holt Mich., Lansing Community College, Southwestern Theological Seminary, National Apostolic Bible College. MINISTERIAL EXPERIENCE: 51 years of pastoral experience, 11 churches in Arizona, New Mexico and Florida. Missionary work in Costa Rica. Bishop of the Districts of New Mexico and Florida for the Apostolic Assembly. Taught at the Apostolic Bible College of Florida and the Apostolic Bible College of Arizona. Served as President of the Florida Apostolic Bible College. Served as Secretary of Education in Arizona and New Mexico. EDUCACIÓN: Holt High School, Holt Michigan, Lansing Community College, Seminario Teológico Southwestern, Colegio Bíblico Nacional. EXPERIENCIA MINISTERIAL: 51 años de experiencia pastoral, 11 iglesias en los estados de Arizona, Nuevo México y la Florida. Trabajo misionera en Costa Rica. Obispo de la Asamblea Apostólica en los distritos de Nuevo México y La Florida. He enseñado en el Colegio Bíblico Apostólico de la Florida y el Colegio Bíblico Apostólico de Arizona. Presidente del Colegio Bíblico de la Florida. Secretario de Educación en los distritos de Nuevo México y Arizona.

Thursday, October 29, 2020

¿CUÁL ES EL PUNTO DE VISTA CRISTIANO DE LA CLONACIÓN?

El 24 de febrero 1997 los científicos del Instituto Roslin en Escocia anunciaron que habían clonado con éxito una oveja. Como creyentes en la Biblia ciertamente no queremos condenar toda la tecnología. Pero Dolly deja a preguntarse cuánto tiempo hasta que alguien clona un ser humano, y cuáles son las consecuencias de ello, y si esto es incluso justo. Dolly es una "fotocopia" de otra oveja. En realidad, ella no tiene madre. Ella es la gemela idéntico "de su madre", no la hija de su madre. Un clon (del griego klon) es un individuo (planta, animal o ser humano) derivado por reproducción asexual de otro organismo que tiene los mismos componentes hereditarios.

Si bien la Biblia no trata específicamente el tema de la clonación humana, hay principios en las Escrituras que pueden arrojar más luz sobre el concepto. La visión cristiana del proceso de clonación humana se puede establecer a la luz de varios principios bíblicos. En primer lugar, los seres humanos fueron creados a imagen de Dios y, por lo tanto, son únicos. Génesis 1: 26-28 afirma que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios y es único entre todas las creaciones. Esta escritura bastante bien cubre la propagación humana desde el punto de vista bíblico, y sin embargo, no dice nada de la biología molecular o ADN. Tampoco ningún otro versículo de las Escrituras. Así que en lugar de buscar una declaración directa y específica de la Biblia ("No te clonar") tenemos que abrir la Palabra de Dios para buscar principios que nos ayudarán en el laberinto de las preguntas que la clonación plantea para nosotros.

La clonación es un medio de reproducción diferente de lo que Dios ordenó. No implica que un hombre y su esposa se reproduzcan por los medios ordenados por Dios. Eso parecería convertirlo, en general, en una violación de la intención de Dios. Cambia lo que Dios autorizó a algo que Él no autorizó (Proverbios 3: 5, 6; 14:12; Jeremías 10:23; 2 Juan 9; Mateo 15: 9; Colosenses 3:17).

Es importante señalar que la ciencia o los científicos no crearon vida. Algunos en el frenesí de los medios que rodeó Dolly fueron camino borda en sus declaraciones e informes, haciéndolo sonar como si el equipo de Roslin creció a Dolly en una placa de Petri de plastilina y limpiadores de pipa. Esto simplemente no es verdad. Crecieron una oveja en una oveja al igual que todos los demás ovejas han sido crecido. Todo lo que hicieron fue trasplantar algo de ADN, y luego utilizar los procesos reproductivos naturales exactas que Dios puso en su lugar al principio.

La clonación humana copia intencionalmente el código genético de una persona con el propósito de crear otra persona con el mismo material genético. Esto crea una vida humana nueva e individual basada en el modelo genético de un sólo donante o un sólo progenitor en vez de dos.

Los intentos actuales para clonar seres humanos utilizan la misma técnica empleada anteriormente para clonar animales, tal como lo hicieron con Dolly. Al método utilizado se le llama transferencia nuclear de células somáticas, lo que da como resultado la creación de un nuevo organismo por medio de fusión, en vez de fertilización. El resultado de una transferencia nuclear de células somáticas exitosa en animales, es la creación de un miembro individual de la especie que contiene el complemento total del material genético, y este mismo resultado se obtiene por medio de la fertilización. Tal como la oveja clonada es ciento por ciento oveja, así también los embriones humanos clonados serían ciento por ciento humanos.

La transferencia nuclear de células somáticas consiste en remover el núcleo de un óvulo que no ha sido fertilizado y reemplazarlo con el núcleo de una célula somática del donante que va a ser clonado. Una célula somática, como una célula de la piel o un glóbulo blanco, contiene el ADN o código genético del donante. Posteriormente, en vez de que ocurra la fertilización, se aplica una pequeña vibración eléctrica para estimular a la célula a que comience el proceso de división. El resultado es un nuevo individuo clonado que empieza el mismo proceso de desarrollo humano por el que todos pasamos.

Toda clonación humana es reproductiva, pues ésta implica la creación de la vida humana. Tanto la clonación “reproductiva” como la “terapéutica” requieren la transferencia nuclear de células somáticas para duplicar el material genético del donante. La diferencia entre la clonación “reproductiva” y la “terapéutica” tiene que ver con el objetivo de la acción y no con el método, planteándose la pregunta: “¿Qué es lo que usted se propone hacer con el clon?” Una vez que el embrión humano ha sido clonado, éste se puede implantar en la matriz de una mujer con el propósito de que a los nueve meses se dé a luz a un infante (clonación reproductiva) o se permita que se desarrolle por varias semanas, y luego se destruya para obtener sus células madres con el propósito de investigarlas (clonación terapéutica).

Se especula que las células madres embrionarias pueden ser una fuente prometedora para curar una variedad de enfermedades humanas. Algunos científicos quieren expandir la investigación de células madres embrionarias usando el material genético de algún paciente para clonar un embrión humano, el cual sería destruido para obtener sus células madres. Estas células serían utilizadas para crear terapias personalizadas que el cuerpo del paciente no rechazaría. Hasta la fecha, los científicos que están tratando de clonar embriones con el propósito de obtener células madres para investigación, no han podido desarrollar un modelo animal o humano que confirme su teoría.

Otros investigadores manifiestan que es innecesario el hacer clonaciones sólo para estudiar las células madres embrionarias. Ellos señalan que existe otro tipo de medicina inmunosupresora más efectiva para evitar el rechazo de un trasplante, y señalan que se ha comprobado la existencia de un registro que contiene información sobre fuentes alternativas, por medio de las cuales se pueden obtener células madres, de médula ósea y de la sangre del cordón umbilical, que pueden proporcionar a los pacientes verdaderas terapias médicas.

Un flujo continúo de investigaciones publicadas, muestran que hay grandes esperanzas en el área de fuentes por medio de las cuales se pueden obtener lo que se llama células “adultas” o no embrionarias. Las terapias que utilizan fuentes tales como la médula ósea, la sangre del cordón umbilical y el páncreas, para obtener células madres, ya han tratado con éxito a los pacientes que tienen enfermedades tales como diabetes, problemas cardiacos, y esclerosis múltiple. Estos beneficios terapéuticos para los pacientes demuestran que el uso de células madres adultas, sobrepasa cualquier investigación animal que se esté llevando a cabo en la actualidad y que utiliza células madres embrionarias.

Uno de los ejemplos incluye la investigación hecha sobre la enfermedad de Parkinson. Un estudio reciente, publicado en los Estados Unidos, informó acerca del éxito logrado al utilizar células madres embrionarias obtenidas de ratones, como tratamiento para algunos de los síntomas presentados por ratas que tenían la enfermedad de Parkinson. Aunque esto suena prometedor, palidece al compararlo con la investigación hecha sobre la enfermedad de Parkinson utilizando células madres adultas. Por ejemplo, en abril de 2002, un médico de Los Ángeles reportó haber tratado de forma eficaz a un paciente que tenía la enfermedad de Parkinson, utilizando las células madres de la neurona del mismo paciente.

La gran cantidad de evidencia que existe del aparente poder sanador de las células madres adultas, hace que la investigación utilizando células madres embrionarias sea innecesaria. Además, son asombrosas las implicaciones morales que se llevan al crear embriones humanos con el propósito de destruirlos para obtener células madres. Nunca es moral o éticamente aceptable matar a un ser humano para probablemente salvar a otro. Un embrión clonado genéticamente es un gemelo idéntico del donante, excepto con edad diferente, y por lo tanto es totalmente humano. Los embriones humanos merecen la misma protección que los humanos reciben durante otras etapas de desarrollo. Cada vida humana comienza como un embrión, y es de esperarse que crezca a partir de entonces hacia otras etapas de la vida: feto, infante, niño pequeño, etcétera. El tamaño o el lugar no determinan la naturaleza humana.

Este no es un asunto de ser una persona o no; es un asunto de si la humanidad va a proteger a los humanos más débiles que se encuentran entre nosotros o si permitirá que los humanos jóvenes sean utilizados como si fueran materia prima para experimentos científicos.

Otra cosa a considerar es la indudable posibilidad de que los científicos fracasen en sus intentos por utilizar en sus investigaciones, células madres embrionarias que hayan sido clonadas. Actualmente, una definición general de clonación “terapéutica”, tal como lo propuesto en la política pública, incluye la destrucción de embriones clonados dentro de los primeros 14 días de su existencia. ¿Qué pasaría si los científicos descubren que las células madres de un feto de ocho semanas son más prometedoras que las de un embrión de dos semanas? Esta pregunta no es totalmente especulativa: Recientemente, investigadores que trabajan para la empresa Advanced Cell Technology (Tecnología Avanzada de la Célula), en los Estados Unidos, informaron haber implantado embriones vacunos clonados en úteros, permitiendo que los embriones crecieran hasta las ocho semanas antes de ser destruidos para obtener células madres más desarrolladas. Los investigadores dicen que este experimento tuvo éxito gracias a que las células fetales estaban más maduras.

¿Cómo responde usted a las afirmaciones hechas por algunas personas partidarias de la clonación “terapéutica” que argumentan que los embriones clonados son sólo “óvulos no fertilizados”, deduciendo que es moralmente aceptable destruirlos para obtener células madres embrionarias?

“Óvulos no fertilizados” es un nombre equivocado. Los partidarios de la clonación “terapéutica” están tratando de correlacionar con los óvulos no fertilizados los productos de la clonación por la transferencia nuclear de células somáticas. Técnicamente, es correcto decir que los óvulos formados por este método no han sido fertilizados con esperma pero ése es el propósito de la clonación: pasar por alto la reproducción sexual. Sin embargo, el resultado de la transferencia nuclear de células somáticas no es “óvulos” (antes de la fertilización o de otra forma) sino embriones que contienen todo el material genético necesario para convertirse en un ser humano en desarrollo. Al utilizar el término “óvulos no fertilizados”, los defensores de la clonación para obtener células madres embrionarias van en contra de su propio argumento porque los óvulos antes de la fertilización no son, ni tampoco contienen, células madres; las células madres sólo existen en los seres humanos que están completos genéticamente. El hecho de que el resultado final de la clonación humana es un ser con células madres valida la naturaleza humana del embrión. Si los productos de la clonación fueran equivalentes al óvulo antes de la fertilización, no habría células madres que recolectar, y de esta forma tampoco habría ningún provecho potencial para la investigación.

Los defensores de la clonación “terapéutica” también dicen que los productos de la clonación humana no son capaces de convertirse en seres humanos. Si esto fuera verdad, no habría necesidad de prohibir la clonación “reproductiva”. La realidad es que la transferencia nuclear de células somáticas crea un embrión humano que si fuera implantado en una matriz se desarrollaría en un feto y sería dado a luz como cualquier recién nacido.

PROBLEMAS BÍBLICOS Y OBJECIONES A LA CLONACIÓN DE SERES HUMANOS

Si miramos con atención, veremos que la clonación humana está destinada a ser un desastre, tanto ética como moralmente.

La primera objeción es que la clonación no es sabia. Sabiduría es saber el final de un asunto desde el principio (Proverbios 14:15). Debemos contar el costo antes de hacer algo.

La segunda objeción a la clonación humana es que puede ser pura y simple pecador. Esto es cierto por varias razones. En primer lugar, los resultados de la clonación son abortos. La clonación es un procedimiento complicado que a menudo no funciona, por lo que muchos, muchos embriones clonados tienen que hacerse. En el caso de Dolly tomó 277 pruebas y errores para producir la oveja Dolly, mientras jugaba con (y destruir) embriones de oveja no molesta a nadie, ¿que si se hiciera con embriones humanos?

Además, la clonación podría ser utilizada para tener un hijo fuera de la unidad familiar. El orden de Dios para la familia está claramente expuesta en Efesios 6:1-4. Los niños necesitan los padres, tanto una mamá y un papá. ¿Quién es el que está más entusiasmado con la clonación? La comunidad homosexual. Con la clonación no habría ninguna necesidad de los hombres. Una mujer sola puede elegir para clonar a sí misma en lugar de involucrar un hombre de ninguna manera. Dios nos libre de diseñar este tipo de tecnología con el fin de dar a las parejas homosexuales la oportunidad de producir una familia, o incluso hasta permitir que los solteros puedan reproducirse fuera del matrimonio.

Tal vez lo peor de todo, la clonación, inevitablemente dará lugar a los niños explotados. Cuando los expertos son presionados para explicar lo que la clonación podría ser utilizada, ¿de qué hablan? ¿Qué de producir un niño como "piezas de repuesto"? ¡Los niños son un regalo del Señor, no es algo para ser explotados para beneficio nuestro o de otro!

Los seres humanos fueron creados por separado, a imagen de Dios, a diferencia del reino animal (Génesis 1:27). Nuestra existencia se extiende más allá de la muerte física (Luke16:19-31, Filipenses 1:23). Esto no se indica en ninguna parte de los animales.

Al parecer hay apoyo universal por la prohibición de clonación “reproductiva”, entonces, ¿por qué no prohibir únicamente este tipo de clonación? Una prohibición de la clonación “reproductiva” no prohíbe la clonación; ésta sólo prohíbe la implantación del embrión humano clonado en la matriz de una mujer (o en un útero artificial), con el propósito de darlo a luz. Si se permite la clonación “terapéutica” o la clonación para la investigación de células madres embrionarias, la tecnología desarrollada, debido a esto, añadiría al conocimiento científico de aquellos que quieren clonar con el propósito de dar a luz a este clon. El reto tiene que ver con clonar al embrión, no con implantarlo. Inevitablemente, un embrión humano creado para la investigación de células madres sería implantado en la matriz de una mujer. La única forma de garantizar que esto no suceda, es que cada nación, o que todas las naciones juntas, prohíban toda forma de clonación humana.

 

 

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