“Respondiendo Jesús, les dijo: Tened
fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte:
Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho
lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que
pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.” (Marcos 11:22-24)
Siempre me sorprenden las costumbres de las mujeres. Ellas van "curioseando" todo el día sin esperar comprar nada; simplemente van a “curiosear”. Así es con
mucha gente. Oran y oran, pero no consiguen nada; porque no esperan conseguir nada. La oración que no tiene una petición definida no es verdadera oración.
Cuando salgo a comprar algo como zapatos o un traje, simplemente camino por la fila, escojo lo que quiero y pago y me voy. Todo esto sólo lleva unos minutos. No curiosillo. Yo compro. Y eso es lo que es la oración. La oración es pedir algo definitivamente a Dios: “Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.” (Juan 14:14), “Pedid, y se os dará… Porque todo aquel que pide, recibe.” (Mateo 7:7-8)
Los modernistas no creen que la oración cambie las cosas. No aceptan la sencilla enseñanza bíblica de que la oración es pedir y la respuesta es recibir. Creen que la oración es meramente comunión espiritual. Que, en realidad, no recibimos cosas de Dios, pero que después que oramos nos sentimos más fuertes para obtenerlas para nosotros mismos, ¡o tal vez nos resignamos a vivir sin ellas! En Hebreos 11:6 aprendemos que hay dos cosas que debemos creer antes de que nuestra oración sea escuchada: primero tenemos que creer que hay un Dios y segundo tenemos que creer que Dios es un galardonador de los que diligentemente le buscan. Es decir, que Dios oye y contesta la oración.
¿Las circunstancias y las cosas cambian nuestra oración? Cuando oras según la voluntad de Dios y con fe todo es posible. Esto es orar en el espíritu, una oración de fe.
Cuando oramos en la carne o en nuestro entendimiento, las cosas que nos rodean comienzan a cambiar nuestra oración. Las cosas comienzan a mirarse imposible a nosotros.
Quitar montañas era una forma retórica judía para deshacerse de una gran dificultad. No una verdadera montaña. Dios no se ocupa haciendo cosas tontas, innecesarias.
En el verso veinticuatro de Marcos 11 la
palabra 'creed' significa literalmente "seguir creyendo.” Esto es uno de
los principales requisitos para conseguir la respuesta a nuestra oración. Muy a
menudo nos desanimamos y dejamos de creer antes de que nuestra oración sea
contestada.
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