“Bienaventurado aquel cuya
transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre
a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño.
Mientras callé, se envejecieron mis huesos. En mi gemir todo el día. Porque de
día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de
verano. Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis
transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.” Salmo 32:1-5
Hay varias palabras Griegas
que se traducen pecado en el Nuevo Testamento. Aquí están cuatro de ellos:
A. Hamartia: Errarle al
blanco (Romanos 5:12)
B. Hamartama: Haciendo un
acto malvado (I Corintios 6:14).
C. Paraptoma: Desviarse del
camino (Mateo 6:18).
D. Parábasis: Cruzar una
frontera conocida (Romanos 5:14).
La mayoría de los creyentes
creen que el pecado es pecado y que no hay ninguna diferencia es todo igual. La
verdad es que hay una gran e importante diferencia. La Palabra de Dios usa
varias palabras para describir el pecado y distinguir los diferentes tipos de
pecado: transgresión, pecado, iniquidad y engaño.
Estas cuatro cosas: la
transgresión, el pecado, la iniquidad y el engaño, son cuatro diferentes tipos
de pecado y tienen que ser tratadas de diferentes maneras.
A. Transgresión (parábasis): Ir más allá de un
límite conocido. Antes de la ley había pecado pero no la transgresión.
B. Pecado (hamartia): Errar el blanco, faltar en
lo que Dios quiere que hagamos.
C. Iniquidad (hamartama): Anarquía, una persona no
quiere obedecer la ley de Dios o del hombre. Hace excusas para el pecado.
(Mateo 7:22-23)
D. Engaño (paraptoma): Astucia, culpa. El engaño
es el ocultamiento o la distorsión de la verdad con el propósito de inducir a
error.
Hay muchos creyentes que,
debido a que no conocen la diferencia entre estos cuatro y cómo tratar con
ellos, han sido perdonados, pero no han tenido su gozo restaurado.
En Salmos 32:5 vemos como
David trató con estos cuatro:
A. Él reconoció su pecado
B. Él no escondió su iniquidad
C. Él confesó su
transgresión
D. Él reconoció la
decepción de su pecado (la iniquidad de mi pecado)
Estas cuatro cosas pueden
verse también en el Salmo 51.
El objetivo principal de un
creyente que ha pecado es ir más allá del perdón y tener su gozo y su lugar en
Dios restaurada.
La alabanza es la primera
cosa que devuelve cuando Dios le da gozo y es lo primero que se pierde cuando
usted peca (Salmos 51:15).
Cuando escondemos nuestra
transgresión, comenzamos a sentir el peso de la transgresión sobre nosotros (Salmo
32:3-4). El propósito del peso de la trasgresión es para llevarnos a la
confesión (Proverbios 28:13).
Hay un gozo de saber que
nuestros pecados son perdonados, pero hay un mayor gozo de tener la aprobación
de Dios hacia nosotros restaurado. Muchos creyentes nunca han conocido este
gozo.
En Salmos 51 las palabras
"Tu presencia" significa de su rostro. El rostro de Dios no es el
perdón, pero su favor (aceptación o aprobación).
Una de los problemas que
enfrenta el que se ha retirado del Señor, cuando él vuelve a Dios, es que él
sabe que él ha sido perdonado, pero él no tiene el gozo que él una vez tenía en
el Señor.
Él espera que Dios lo llene
de gozo el momento que él confiesa y se arrepiente de sus pecados. ¿Cómo puede
Dios darle gozo si él lo ha decepcionado? El tiene que ganar Su favor otra vez.
No sé como un creyente que ha pecado y no ha sido restaurado al favor de Dios
puede vivir en paz; “Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble
me sustente” Salmos 51:12.
Cuando usted está fuera del
favor de Dios usted no tiene gozo o libertad. Usted adora con su cuerpo y alma,
pero su espíritu no adora. La razón es porque hay culpa y usted está fuera del
favor de Dios.
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