“Varón y hembra los creó.” Génesis 1:27
El unisex es la práctica tanto de hombres como de mujeres para vestir y diseñar su pelo de modo que su sexo no pueda ser determinado. Cuando Dios creó al hombre y la mujer, Él los hizo para ser diferente el uno del otro. Uno no era mejor que el otro. En cambio ellos complementaron el uno al otro.
“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre este solo; le haré ayuda idónea para el” (Génesis 2:18). Adán y Eva eran dos personas distintas. Fue la voluntad de Dios que se unieran en matrimonio y que en esa unión se convirtieran en uno. “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Gn. 2:24). Los dos hacen uno. Esto se explica más en Gn. 5:2, “Varón y hembra los creó, y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán.”
Juntos ellos se complementaban el uno al otro en la unión de matrimonio, ellos completaron la especie que nosotros sabemos como “el hombre”. Juntos, estos se complementan mutuamente en la unión del matrimonio ellos completaron las especies que conocemos como 'el hombre'. Ellos eran diferentes el uno del otro en apariencia, fuerza, propósito y pensamiento, sin embargo, aún ellos se necesitaban el uno al otro para formar una unidad completa capaz de reproducirse en la forma de muchachos y muchachas que crecerían a ser hombres y mujeres que también serían diferentes.
Dios tiene la intención que el hombre y la mujer fueran diferente. Ellos fueron hechos para ser diferentes y esto es Su plan que ellos parezcan diferente y actúan diferentemente. La tendencia actual de derribar la identidad de los sexos en apariencia y en las acciones está en oposición directa a la intención de la creación original de Dios y la enseñanza de Su Palabra. Es un pecado que un hombre use su pelo largo como una mujer, o que una mujer use ropa para parecer a un hombre.
Fundamentalmente la enseñanza detrás de Escrituras como, I Corintios 11:14-15 y Deuteronomio 22:5, consiste en que Dios quiere que los hombres y las mujeres parezcan diferente. ¡Hay unos que dicen que Deuteronomio 22:5, es una Escritura del Antiguo Testamento y que nosotros ya no estamos bajo la Ley!
Dos de las partes principales de la Ley de Moisés son la Ley ceremonial y el otro es la Ley Moral. La Ley Ceremonial es aplicable sólo al pueblo de Israel. La Ley Moral por el contrario es aplicable a todo mundo y especialmente a la Iglesia. Por ejemplo; guardar el sábado es una Ley Ceremonial. “No matarás” o “no adulteras” son Leyes Morales. En el caso de Deuteronomio 22:5, se trata de una Ley Moral.
Debemos entender que Dios no cambia, Él es “el mismo ayer, hoy y por los siglos” (Hebreos 13:8). Si Él hizo al hombre ya la mujer diferente, Él espera que ellos sean diferentes en la actualidad. Si era una “abominación” a Dios que la gente se vistiera de manera unisex en ese tiempo, todavía es una “abominación” a un Dios Santo hacerlo ahora. ¿Qué es abominación? La abominación es pecar contra Dios mismo. El pecado es la transgresión de la ley de Dios (I Juan 3:4), pero la abominación es más grave que el pecado. Dios puede perdonar más fácilmente el pecado que la abominación, porque este es un pecado contra Él.
El plan del Satanás es derribar la diferencia de los sexos. Uno de sus métodos es por su influencia en los estilos de vestir y las modas del mundo. Los estilos de hoy y las modas son diseñados para ocultar las características físicas que distinguen a los hombres de las mujeres y viceversa. Satanás se vale de todos los medios que puede para lograr este propósito. Muchos de los diseñadores de los estilos y promotores de modas de hoy son ateos y es lógico pensar por qué ellos promoverían un unisex, anti Dios filosofía. Es interesante notar que la mayoría de los diseñadores de estilos y defensores de las modas son lesbianas o gay.
Otra razón del énfasis en el unisex es la rebelión. Los hombres hoy expresan su rebelión dejando crecer su pelo largo como las mujeres y usar aretes como ellas. Las mujeres expresan su rebelan cortando su pelo como los hombres y vistiéndose y actuando como ellos. Recuerde, que la raíz de toda rebelión es siempre Satanás y esta abominación siempre es dirigida a Dios (I Samuel 15:23).
Este espíritu de unisex se esta manifestando en otras formas. A los niños se les enseña en la escuela que no es necesariamente el lugar de la madre atender el hogar o el lugar del padre ser el proveedor. Realizamos que hay ciertamente una necesidad de la cooperación entre la madre y el padre en estas áreas, pero principalmente la madre está para ser “cuidadora de su casa” (Tito 2:5) y los padres son los proveedores (I Timoteo 5:8). Las mujeres a hoy están exigiendo empleos que anteriormente eran realizados por hombres. Comprendo que hay muchos empleos que ambos hombres y mujeres pueden realizar. También es verdad que las mujeres no están diseñadas para algunos trabajos.
Tenemos que recordar, Dios hizo al hombre y la mujer diferentes. Una mujer no es físicamente diseñada para llevar cargas pesadas, excavar zanjas, servir en el ejército, etc. Dios la diseñó en un modo de concebir, llevar y parid hijos. Ella no es físicamente igual al hombre. Ella está fuera de su lugar realizando empleos que requieren la fuerza física y la resistencia. Ella sólo se está lastimándose a ella misma.
La Escritura deja claro que Dios creó el hombre y la mujer para ser diferente y que sus diferencias complementan el uno al otro al punto que juntos ellos se convierten en “una sola carne”. Las modas y estilos corrientes son obviamente diseñadas para derribar este diferencia. ¡El cristiano no es un ciudadano de este mundo en su camino al cielo! Él es un ciudadano de cielo, pasando por este mundo de camino a su hogar. Él es advertido de no “conformarse a las cosas de este mundo” mientras pasa por ella. Él debe procurar complacer a Dios en todas las cosas. Y uno sólo puede hacer esto mientras él sigue la enseñanza de la Palabra de Dios.
Usted y yo podemos hacer nuestra parte para invertir esta moda y estilo por determinar en nuestro corazón agradar a Dios. Podemos empezar por estar seguro de vestir y actuar como hombres y mujeres y enseñar a nuestros hijos a hacer igualmente. “Varón y hembra los creo”, hay que hacer nuestra parte para que siempre sea de esta manera.
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