¿ESCUCHARÁ DIOS LA ORACIÓN DE UN PECADOR?

Lucas 23:33-43

Hay muchos quiénes preguntan, "¿Oirá Dios la oración de un pecador?'' El que hace la pregunta por lo general cita Juan 9:31 “Y sabemos que Dios no oye a los pecadores…”

Muchos no oran porque no están seguros de que Dios está escuchando. Ellos pueden sentir que lo que ellos han hecho, que es el pecado en su vida, impide que Dios escuche; Isaías 59:1-2 “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.”

¿Escucha Dios la oración de un pecador? Esta es una pregunta importante. Santiago nos dice; “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho (5:16). Juan declara; “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (I Juan 1:8-9).

 En Lucas 23:33-43 tenemos la narración de san Lucas de los ladrones crucificados con Cristo. Mateo y Marcos  registran que los ladrones que fueron crucificados con Jesús se burlaban de él. Aún uno de ellos se arrepintió y pide estar con Cristo en el paraíso. Jesús escuchó y respondió su oración (Mateo 27:44; Marcos 15:32). 

¿Dios incluso escuche las oraciones de aquellos que no le sirven? Dios oyó los rezos de Cornelio (Hechos 10:4). Jesús le dice aquellos que buscan la verdad pedir y recibirán (Mateo 7:7-8). Jesús enseñó en la parábola del fariseo y el publicano que Dios contesta la oración del pecador (Lucas 18:9-14). 

Qué significa, “Dios no escuchará la oración de un pecador.” El contexto es la cosa más importante de recordar cuando estudiamos la Biblia. Juan 9:29-34; “Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos de dónde sea. Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos. Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye. Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego. Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer. Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron.”

El hombre ciego estaba hablando y él concluyó que si un pecador estaba tratando de hacer lo que Jesús hizo, que es sanarlo de su ceguera, Dios no oiría su oración. La conclusión era que este hombre era de Dios o de lo contrario Dios no oiría. Un pecador en rebelión a Dios, tratando de sanar al hombre ciego, hubiera recibido la respuesta que obtuvo Balaán cuando le pidió a Dios que maldecirá a los israelitas. Él no hubiera tenido éxito. Eso es todo lo que el hombre ciego estaba diciendo.

Lo que se dice en Juan 9:31 nunca debería ser usada para convencer a alguien que Dios no oye la oración de un pecador. Esto puede dejar al cristiano inmaduro pensando que una vez que usted falla en su fidelidad a Dios él nunca quiere oír de usted otra vez. Nada podría estar más lejos de la verdad. Esto realmente no tiene nada que ver con pedir perdón cuando pecamos. La Biblia es clara, que Dios escucha las oraciones de quienes buscan adorarlo y hacer su voluntad aunque fallemos y seamos pecadores.

En Proverbios 1:22-33 Salomón describes el tipo de persona que Dios no oirá: “¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, Y los burladores desearán el burlar, Y los insensatos aborrecerán la ciencia? Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os haré saber mis palabras. Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, Sino que desechasteis todo consejo mío Y mi reprensión no quisisteis, También yo me reiré en vuestra calamidad, Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis; Cuando viniere como una destrucción lo que teméis, Y vuestra calamidad llegare como un torbellino; Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia. Entonces me llamarán, y no responderé; Me buscarán de mañana, y no me hallarán. Por cuanto aborrecieron la sabiduría, Y no escogieron el temor de Jehová, Ni quisieron mi consejo, Y menospreciaron toda reprensión mía, Comerán del fruto de su camino, Y serán hastiados de sus propios consejos. Porque el desvío de los ignorantes los matará, Y la prosperidad de los necios los echará a perder; Mas el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.”

Ahora permítanme mostrarles qué tipo de pecador Dios escucha; “Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.” Salmos 37:17-18

“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.” Salmos 51:17

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.” I Juan 1:9-10

Simón el mago es un ejemplo excelente; “Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás. Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí.”  Hechos 8:22-24

Dios contestará la oración de arrepentimiento del pecador; “Vuelve, oh Israel, a Jehová tú Dios; porque por tu pecado has caído. Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios.” Oseas 14:1-2

Mateo 18:21-22; “Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.”

Nuestro perdón debe ser ilimitado hacia aquellos que pecan contra nosotros. ¿Si nuestro perdón debe ser modelado según el perdón de Dios, no indica esto que Dios está comprometido a escuchar la oración de un pecador para perdón?