Dr MARTIN VASQUEZ

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Mesa, Arizona, United States
EDUCATION: Holt High School, Holt Mich., Lansing Community College, Southwestern Theological Seminary, National Apostolic Bible College. MINISTERIAL EXPERIENCE: 51 years of pastoral experience, 11 churches in Arizona, New Mexico and Florida. Missionary work in Costa Rica. Bishop of the Districts of New Mexico and Florida for the Apostolic Assembly. Taught at the Apostolic Bible College of Florida and the Apostolic Bible College of Arizona. Served as President of the Florida Apostolic Bible College. Served as Secretary of Education in Arizona and New Mexico. EDUCACIÓN: Holt High School, Holt Michigan, Lansing Community College, Seminario Teológico Southwestern, Colegio Bíblico Nacional. EXPERIENCIA MINISTERIAL: 51 años de experiencia pastoral, 11 iglesias en los estados de Arizona, Nuevo México y la Florida. Trabajo misionera en Costa Rica. Obispo de la Asamblea Apostólica en los distritos de Nuevo México y La Florida. He enseñado en el Colegio Bíblico Apostólico de la Florida y el Colegio Bíblico Apostólico de Arizona. Presidente del Colegio Bíblico de la Florida. Secretario de Educación en los distritos de Nuevo México y Arizona.

Monday, November 4, 2013

LA SANTIFICACION



I Tesalonicenses 4:3; Hebreos 12:14

En la regeneración nuestra naturaleza se cambia; en la justificación nuestro estado se cambia; en la adopción nuestra posición se cambia; en la santificación nuestro carácter se cambia.

Santificación es la voluntad de Dios para cada creyente. En esencia la santificación y la santidad son la misma.  El tema de santidad y la santificación se menciona 1,066 veces en la Biblia.

Santificación viene del verbo santificar. Santificar viene de la palabra griega hagiazo, que significa estar "separado" "puesto aparte." En la Biblia, santificación generalmente tiene que ver con un acto soberano de Dios por el cual Él "pone aparte" a una persona, lugar, o cosa para cumplir Sus propósitos. En la Biblia santificación significa ser apartado o separado: 1) Por Dios  2) Para Dios 3) Del pecado 4) A una vida santa (II Timoteo 2:21).

Para el creyente tiene dos significados: La separación de la maldad (II Crónicas 29:5, 15-18) y la separación hacia Dios (Levíticos 27:16). La santidad no es un logro para ser realizado, pero un regalo para ser aceptado. El uso constante de este regalo aumentara nuestra santificación (I Tes. 5:23-24; Ef. 5:26; II Tes. 2:13).

EL TIEMPO DE LA SANTIFICACION

Cuando una persona es santificada, él o ella es puesta aparte por Dios para un propósito específico divino. En el mismo momento en que somos salvos por Jesucristo, inmediatamente también somos santificados, y comienza el proceso de ser conformados a la imagen de Cristo. Como hijos de Dios somos "puestos aparte" desde ese momento para llevar a cabo Sus propósitos divinos hasta la eternidad. Hebreos 10:14 dice: "Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados."

Es importante diferenciar entre la justificación y la santificación. Justificación es otra palabra para salvación. Jesús dio su vida en la cruz como sacrificio por nuestros pecados. Su sangre lava nuestros pecados y nos libra de una eternidad de sufrimiento y condenación.

La santificación ocurre como resultado de la salvación. En el momento de la conversión, el Espíritu Santo entra en nuestra vida. I Corintios 6:11 habla de la santificación como una experiencia pasada con el lavamiento y justificación. No somos ya más prisioneros de la muerte, sino libres de vivir la vida que Dios desea para nosotros. De esta manera, somos santificados simplemente por nuestra situación de almas perdidas salvadas por gracia.

La santificación es un proceso continuo, no se detiene con la salvación, sino que es un proceso progresivo que continúa en la vida cristiana. A diferencia de cosas y lugares que son santificados por Dios en la Biblia, las personas tienen la capacidad de pecar. Aunque hemos sido "puestos aparte" como hijos de Dios, continuamos comportándonos de maneras que son contrarias. Como cristianos, nos damos cuenta poco después de haber sido salvos, que existe una nueva batalla que está siendo librada en nuestro interior, una batalla entre nuestra vieja naturaleza pecaminosa y la nueva naturaleza espiritual. Pablo describe mejor esta batalla interior en Gálatas 5:17.

Santiago 1:22-25, es una ilustración de un hombre que mira en un espejo y viendo una mancha de suciedad va y se lo lava. El espejo es la Palabra de Dios que da a conocer pecado y entonces nosotros debemos confesar lo. Dios no nos da a conocer todo nuestros defectos cristianos de una vez, que sería un desaliento demasiado y conduciría a la desesperación. El momento que algo se da a conocer nosotros deberíamos buscar limpieza y continuamente perseguir una trayectoria de santificación progresiva.

Algún día seremos completamente santos sin falta de ninguna gracia; maduro y perfecto (I Tes. 5:23). Pablo en Filipenses 3:12-14, proseguía hacia esa perfección futura, mientras diario perfeccionando su santificación progresiva terrenal.

EL SIGNIFICADO DE LA SANTIFICACION

¿Pero qué es la obra de la santificación? ¿Qué significa prácticamente ser "puesto aparte"? La santificación puede ser descrita como un proceso espiritual en donde Dios ocasiona santificación y cambios en la vida de un cristiano por medio del Espíritu Santo.

Todos enfrentamos diferentes problemas, luchamos con el pecado, y con heridas pasadas en varios grados, entorpeciendo nuestra habilidad para vivir la vida que Dios desea para nosotros. Una vez que aceptamos a Jesucristo en nuestras vidas, el Espíritu Santo entra en nuestras vidas para comenzar el proceso de transformación (santificación progresiva). Él nos señala áreas que necesitan ser cambiadas, ayudándonos a crecer en santidad. Comenzamos a ver al mundo, la gente, y dificultades personales desde una mayor perspectiva bíblica. Nuestras elecciones comienzan a ser motivadas por el amor y la verdad y no por el egoísmo.

El proceso de transformación puede ser doloroso, pero está siempre motivado por el amor de Dios por nosotros. Más aún, Dios promete en Su Palabra no darnos más de lo que somos capaces de soportar (1a de Corintios 10:13). Este es el proceso en funcionamiento de la santificación en la vida de cada creyente. Aunque el proceso es personal para cada individuo, la meta final es prevenir el pecado y producir crecimiento espiritual.

La santificación no tiene nada que ver con el vivir en perfección, sin pecado. Nunca viviremos sin pecado en esta vida. De hecho, la Biblia advierte contra tales enseñanzas falsas en I Juan 1:8: "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros," No es tratar de vivir sin pecado para ganar el favor de Dios. Más bien, la santificación es para nuestro propio beneficio. Dios nos manda que busquemos la santificación para que a través de ella podamos ser bendecidos.

LOS MEDIOS DE LA SANTIFICACION (Como somos santificados)

A. Por la Palabra de Dios (Juan 17:17).

1. Si Ud. pasa mucho tiempo en la Palabra de Dios Ud. será santificado.

2. Purifica y limpia. Es la Palabra que revela el pecado.

B. Por la Sangre de Cristo (Heb. 13:12).

La Palabra da a conocer el pecado; la Sangre es la que limpia; el resultado es la santificación.

C. Por la disciplina (Heb. 12:10-11).

D. Por rendirse a Dios (Rom. 6:19).

E. Por medio de la adoración (Juan 4:23).

     La adoración verdadera y ferviente es lo que Dios desea de Su gente. Cuando nuestra adoración es genuina, transforma nuestros corazones y nos trae a una íntima unión con Dios.

F. Por nosotros mismos (II Cor. 7:1).

     Nosotros, también tenemos una parte en la santificación; nuestra parte es descubrir el pecado; juzgarlo; lanzar lo de nuestra vida; orar por limpieza; orar para ser fortalecidos para vivir una vida santa. Diario debemos apropiar a Cristo como nuestra santificación; diario debemos reclamar Su Santidad, Su fe, Su amor y Su gracia. El secreto de una vida santa es la apropiación continua de la vida santa del Señor. Nuestro grado de santificación está en la relación a nuestra apropiación del Señor.

La santificación es a la vez un asunto de posición y progresión. Somos santificados porque Jesucristo nos ha salvado y aún así la santificación continúa trabajando interiormente para transformarnos a la imagen de Cristo. La santificación es una responsabilidad de cada creyente. Cuando elegimos buscar la santificación en nuestra vida, ocurre un crecimiento positivo. La búsqueda de ella involucra la entrega del cuerpo y la voluntad a la guía del Espíritu Santo. Toma tiempo y es un proceso que no puede ser apresurado. Como un recién nacido que necesita madurar gradualmente hasta ser adulto, así es el trabajo de santificación en la vida de un nuevo creyente. El trabajo de santificación será finalmente completado en la vida de cada creyente cuando Jesucristo regrese. Esta es la esperanza de cada cristiano.

¿Hay un anhelo en su alma para la santidad? ¿Para la santificación? ¿Para la pureza? ¿Para vivir como Cristo? ¿Para una conformidad mayor a la imagen de Dios?

Confiese su pecado; y arrepintiese y Él satisfará los anhelos más profundos de su alma; el precio es se está dispuesto a partir del pecado y la impureza (II Con. 7:14).

No mires adentro de usted y sea desanimado pero mire hacia arriba y sed alentado (I Tes. 5:24).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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