Dr MARTIN VASQUEZ

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Mesa, Arizona, United States
EDUCATION: Holt High School, Holt Mich., Lansing Community College, Southwestern Theological Seminary, National Apostolic Bible College. MINISTERIAL EXPERIENCE: 51 years of pastoral experience, 11 churches in Arizona, New Mexico and Florida. Missionary work in Costa Rica. Bishop of the Districts of New Mexico and Florida for the Apostolic Assembly. Taught at the Apostolic Bible College of Florida and the Apostolic Bible College of Arizona. Served as President of the Florida Apostolic Bible College. Served as Secretary of Education in Arizona and New Mexico. EDUCACIÓN: Holt High School, Holt Michigan, Lansing Community College, Seminario Teológico Southwestern, Colegio Bíblico Nacional. EXPERIENCIA MINISTERIAL: 51 años de experiencia pastoral, 11 iglesias en los estados de Arizona, Nuevo México y la Florida. Trabajo misionera en Costa Rica. Obispo de la Asamblea Apostólica en los distritos de Nuevo México y La Florida. He enseñado en el Colegio Bíblico Apostólico de la Florida y el Colegio Bíblico Apostólico de Arizona. Presidente del Colegio Bíblico de la Florida. Secretario de Educación en los distritos de Nuevo México y Arizona.

Tuesday, September 10, 2013

LA ORACIÓN EFECTIVA Y EFICAZ


Salmo 55:16-17; Lucas 11:1 Mateo 7:7-8; Mark 11: 24; Santiago  5:16

El mundo puede ser cambiado a través de la oración. Cuando oramos, el poder, la revelación y la fortaleza de Dios es nuestra. Debemos establecer como una prioridad de nuestra vida la oración. Esto es algo que solamente usted lo puede hacer. Una persona que no tiene un entendimiento de la importancia de la oración y no tiene una vida exitosa de oración siempre estará débil en su vida espiritual.

Siendo que la oración es tan esencial a la vida espiritual, es imperativo que demos mucho tiempo y esfuerzo para asegurarnos que sabemos cómo orar efectivamente. Aunque la oración puede venir por instinto, el orar efectivamente tiene que ser aprendido. La humanidad ha orado desde el principio, pero no era hasta que Dios mismo vino a vivir con nosotros en este planeta que comenzamos a aprender el significado de la oración y como orar con efectividad.

Cuando ora, ¿tiene usted la confianza de que Dios le contestará? ¿Son sus oraciones específicas o generales? ¿Es su vida de oración como una respuesta casual a sus necesidades y deseos, o es de alimento para su vida espiritual?

Existe una razón por la cual muchos no están experimentando resultados en sus vidas espirituales y esta carencia de resultados en gran parte tiene que ver con la oración. Existe una realidad alarmante en el pueblo de Dios y es que hay un gran número de creyentes que han descuidado esta práctica fundamental y algunos han distorsionado la eficacia y el propósito de ella.

La oración no es una repetición incesante de palabras y frases, como si de una fórmula se tratara, ni tampoco se trata de negociar con Dios para que Él obre a nuestro favor. Debemos tener claro que ni la palabrería, ni los despliegues emocionales de gritos y llantos mueven a Dios a nuestro favor.

La oración es hablarle a Dios con el corazón, sin fingimiento, no por obligación o rutina, es hablar con Dios con fe, creyendo plenamente en nuestro corazón que Él está presente para atender a nuestras suplicas. Va más allá de simplemente abrir la boca y decir palabras, es más que una simple comunicación (Juan 14:14).

La oración nos debe dar tranquilidad y paz, pues creemos que por la fe lo que hemos pedido ha sido hecho. No se puede orar con temor y duda en nuestros corazones, no podemos esperar oír de Dios si no tenemos plena certeza de lo que hemos pedido en oración. La palabra de Dios en el libro de Santiago nos alerta de que el que pida así (dudando) no puede esperar nada de Dios (Santiago 1:6-7).

Muchos a la verdad nos preguntamos en algún momento, ¿cómo es que debemos de orar entonces? Los discípulos le hicieron la misma pregunta a Jesús y el Señor les dio el ejemplo del “Padre Nuestro”, la cual es la oración base y guía de cómo está compuesta una oración efectiva. Basados en los principios que enseña esta oración podemos desarrollar nuestra comunicación con El Señor con oraciones de más profundidad y más intimidad.

La oración no es tan sólo pedir y recibir, sino que también involucra el agradecer, adorar, y alabar a Dios. Existen dos responsabilidades en la oración, la responsabilidad de Dios y nuestra responsabilidad. La oración es tanto humana como divina.

Uno de los pasajes más simples y más profundos acerca de la oración en la Biblia, lo encontramos en Mateo 7:7-11: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.”

Fíjese en la intensidad de progresión del Señor en este pasaje: “pedid…buscad…llamad.” Claramente, Jesús tenía en mente que debíamos involucrarnos activamente en el proceso de la oración. ¡La oración no es un deporte de espectador!

Existe un elemento vital en la oración que muchos pasan por alto, la constancia en la oración. Tal vez vemos que no sucede nada, pero una demora entre lo que pedimos y cuando lo recibimos no significa que Dios no esté contestando nuestras oraciones. Dios quiere contestar nuestras oraciones. Él no nos dio la oración con el propósito de frustrarnos o con el propósito de dejar nuestras oraciones sin contestación.

LA ORACIÓN ES UNA TAREA LABORIOSA

Es laboriosa la oración porque el enemigo de nuestras almas reconoce el poder espiritual que se puede alcanzar por medio de la oración y se opone a que nosotros oremos como deberíamos orar (Efe. 6:12-18; Col. 4:12, Heb. 5:7; Lucas 22:44; Dan. 10:8-14).

Va haber ocasiones que vamos a luchar en grande manera cuando oramos (Dan. 10:8-14) no pudiendo sentir la presencia del Señor, pero no debemos de desmayar, es opresión del enemigo y es mejor no levantarnos de la oración hasta sentir la presencia y la victoria del Señor.

ES PECADO SER NEGLIGENTE EN LA ORACION  (I Sam. 12:23; I Tes. 5:17)

Sin la oración, tarde o temprano el hijo de Dios caerá en pecado. La oración es el recurso espiritual del Cristiano (Efe. 6:13-18).

En muchas ocasiones la falta de oración ocurre por falta de conocimientos Bíblicos a las promesas Bíblicas para nosotros por medio del privilegio de entrar delante de Su presencia (Heb. 10:19-22).

Si hay pecado en nuestras vidas, no habrá esa libertad de acercarnos a Él en oración y estando en esa condición pecaminosa, Dios no escuchar nuestras oraciones (I Jn. 3:19-24; Sal. 66:18).

LO QUE NOS AYUDARA A QUE NUESTRAS ORACIONES SEAN CONTESTADAS

La regla para recibir contestación a nuestras oraciones esta en Mateo 7:7-11. Las verdades Bíblicas nos garantizan contestación: 1) Pedir,   2) Buscad,  3) Llamad,  4) Persistencia.

No desmayes ten paciencia (Lucas 18:1-7), no dejes que la duda, temor, incredulidad y desanimo te vence en el esperar la contestación divina. Reprende, resiste toda oposición del enemigo en sus sugerencias que no vas a recibir contestación.

Solicitar con insistencia, seas tenaz en tus propósitos; se terco, continua en tus suplicas, rehúsa el pensamiento "dar una pulgada", demanda con instancia (Lc. 11:5-8; Heb. 10:19-23-36).

Creer, tener fe y confianza que Dios contestara tus oraciones. Ven a Dios en oración con una actitud correcta y con motivos limpios (Heb. 11:6; Mat. 6:5, 7:7-11).

Orando (pidiendo) conforme a Su voluntad. El Señor nos prometió promesas que son definitivas (II Cor. 1:20). Pero aun debemos pedir que se haga conforme a Su voluntad porque no sabemos si Dios quiere concedernos lo que estamos pidiendo, por causa de cumplir Sus propósitos santos en nuestra vida. Y aun si Él nos quiere conceder lo que estamos pidiendo, no sabemos si ya es el tiempo apropiado para que Él nos conceda lo que le estamos pidiendo. Esto es el porqué debemos pedir que se haga conforme a Su voluntad (I Juan 5:14-15; II Cor. 12:8-9; Lucas 22:41-42).

POSICIÓN O POSTURA DEL CUERPO EN LA ORACIÓN

La Biblia no da instrucciones específicas sobre la posición del cuerpo durante la oración. Según las Escrituras se oraba estando el cuerpo en diferentes posiciones (Mat. 26:39; I Reyes 8:54; Mar. 11:25; Hechos 2:2; I Tim. 2:8). Aconsejamos que en sus oraciones privadas doblen su rodilla cuando sea posible, pues aun esta demuestra la humillación que debemos de tener delante de la presencia de Dios.

¿CUAL ES EL TIEMPO MAS APROPIADO PARA ORAR?

Se debe seleccionar un tiempo que le sea más conveniente para orar a solas conforme a sus circunstancias personales. La Biblia no especifica alguna hora definida para orar. Cuando sea posible es bueno y recomendable orar por la mañana, antes de principiar las actividades del día. Tu mente y tu corazón están frescos y limpios por la mañana.

IMPEDIMENTOS EN LA ORACIÓN

A. Teniendo un espíritu que no perdona: Mat. 6:23-24; Marcos 11:25

B. Viviendo en pecado: Prov. 15:8, 29; Isa. 1:15; Lamen. 3:42-43

C. Un espíritu de orgullo: Lucas 18:9-14

D. Dudar. Nunca podrá entender totalmente lo que es orar, o como funciona, pero no permita que eso lo impida orar.

E. La Pereza. Resista la tentación de hacer a un lado la oración porque está cansado o aburrido.

F. No escuchar la Palabra de Dios: Prov. 28:9

G. Hipocresía en nuestras vidas: Mateo 6:5-6; 23:14

H. Vanas repeticiones: Mateo 6:7

I. Falta de confesar nuestras ofensas uno al otro.

J. Falta de respeto mutuo y sujeción en el matrimonio: I Pedro 3:1-7

K. Confiando en sentimientos. No espere tener un asedio emocional antes de orar. Ore aún cuando usted no sienta hacerlo.

L. La incredulidad. Cuando uno invoca el Nombre del Señor, es porque cree. Orar a un Dios en el cual uno no cree, es una pérdida de tiempo.

LA ORACION SISTEMATICA

El éxito descansa en comenzar a hacerlo. Sin embargo, hay algunas pautas que seguir. Si usted quiere tener la habilidad para mantener una vida de oración activa, estas dos cosas son indispensables: La oración debe ser sistemática y completa.

A. Busque un tiempo para orar: Un tiempo organizado libre de interrupciones, será muy ventajoso para la oración.

B. Busque un lugar: Debe de establecer en su casa un lugar de oración donde pueda estar solo con Dios.

C. Busque un objetivo: Sus oraciones no solamente deben ser sistemáticas con respecto al tiempo y el lugar, sino que también deben ser específicas. El orar con un objetivo es una de las claves para tener respuestas a sus oraciones (Isaías 41:21). 

Aprendiendo a orar específicamente produce una diferencia en su sentir acerca de la oración y le traerá resultados al orar. Oraciones vagas, generalmente, nunca llevaran al triunfo, pero peticiones especificas, expresadas claramente invitaran el poder del Dios.

LAS PARTES DE UNA ORACIÓN EFECTIVA Y EFICAZ

De igual importancia es ser completo en la oración. El orar por completo incluye todos los aspectos de la oración, o sea entendiendo lo que usted debe hacer.  Una vez que sabe que hacer, el orar nunca le parecerá difícil.

ALABANZA

1. Es bueno principiar nuestra oración con alabanza, utilizando los salmos (Salmo 145-150).

2. Dar al Señor toda la honra y gloria por todas las cosas. Adorar, glorificar, y ensalzar Su nombre con todo el Corazón.

3. Es bueno orar, expresando la Palabra de Dios memorizada en nuestra mente.

CONFESIÓN (I Juan 1:6-10; 2:1-2)

En tu oración, no te olvides de esto. Confiesa al Señor tus pecados y debilidades espirituales. No uses términos generales en tu confesión hacia al Señor, sino se especifico en esto. El pecado no confesado es el mayor estorbo a la oración.

DAR  GRACIAS (Filipenses 4:6)

Hay tanto porque dar gracias a Dios. Por las cosas pequeñas como las grandes que Él nos concede en esta vida. Por el hálito de vida, el privilegio de orar, la salvación, el don del Espíritu Santo, la salud, bendiciones materiales y espirituales y muchas cosas más ( I Tes. 5:18).

INTERCESION: La intercesión es el amor de Dios, fluyendo a través de nosotros.

1.  Será una ayuda para usted y para otros que usted interceda por medio de la oración (I Tim. 2:1-3).

2. ¿Interceder por quien o por qué?

a. Su Familia. Necesidades espirituales y materiales. Por todos los hermanos de la iglesia, peticiones especiales presentadas. Por los hermanos que están débiles espiritualmente, por las personas que no son salvas, familiares como amigos, y por los enfermos.

b.  Por su pastor y demás ministros.

c. Ore por Ud. mismo. Para que sea fiel en todo, que pueda consagrar su vida más cada día.

MEDITACION (Salmos 1:1-2; 77:12)

En la meditación, reflexiona en los sagrados temas de la Palabra de Dios y en Su bondad. Al meditar, experimentar mayor comprensión de lo profundo y maravilloso de las promesas divinas. Esta comprensión magnificara tu oración y a la vez, tu vida. 

ESCUCHANDO (I Reyes 19:11-12)

La oración no es nada mas hablar a Dios. También hay que escuchar. Escuchar es diferente de la meditación. Cuando escuchamos, recibimos órdenes directas de Dios.

ADORACION  Y  ALABANZA

Es indispensable terminar nuestra oración de esta manera, agradeciéndole por haber contestado las peticiones que le hemos hecho. Así como nuestros primeros pensamientos al principiar el día deben ser en Él, de igual manera al terminar el día.

Se debe cultivar el habito de la oración en la vida del Cristiano, pues un habito no se forma en un día, se requiere tiempo. Se necesita disciplina para cultivarlo bien.

 

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