Dr MARTIN VASQUEZ

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Mesa, Arizona, United States
EDUCATION: Holt High School, Holt Mich., Lansing Community College, Southwestern Theological Seminary, National Apostolic Bible College. MINISTERIAL EXPERIENCE: 51 years of pastoral experience, 11 churches in Arizona, New Mexico and Florida. Missionary work in Costa Rica. Bishop of the Districts of New Mexico and Florida for the Apostolic Assembly. Taught at the Apostolic Bible College of Florida and the Apostolic Bible College of Arizona. Served as President of the Florida Apostolic Bible College. Served as Secretary of Education in Arizona and New Mexico. EDUCACIÓN: Holt High School, Holt Michigan, Lansing Community College, Seminario Teológico Southwestern, Colegio Bíblico Nacional. EXPERIENCIA MINISTERIAL: 51 años de experiencia pastoral, 11 iglesias en los estados de Arizona, Nuevo México y la Florida. Trabajo misionera en Costa Rica. Obispo de la Asamblea Apostólica en los distritos de Nuevo México y La Florida. He enseñado en el Colegio Bíblico Apostólico de la Florida y el Colegio Bíblico Apostólico de Arizona. Presidente del Colegio Bíblico de la Florida. Secretario de Educación en los distritos de Nuevo México y Arizona.

Sunday, November 25, 2012

EL TRATO CON LOS CATÓLICOS


Los católicos creen que no se puede saber hasta la muerte si uno es salvo o no. Muchos tienen el concepto de que las buenas obras contrapesan las malas. Confían más en las obras propias que en la muerte vicaria de Cristo. Si es por las obras, es imposible que uno sepa hasta el día del juicio cuál ha sido el saldo entre las malas y las buenas.

La Biblia enseña que la salvación es por la gracia, no por obras (Romanos 11:6; Tito 3:5). Las obras se toman en cuenta, no para la salvación sino para la recompensa que uno recibirá en la vida futura (Mateo 16:27; Apocalipsis 22:12).

Si la salvación es sencillamente por aceptar lo que Cristo ha hecho a nuestro favor y confiar en Él como nuestro Salvador y Señor, no hay por qué estar en dudas sobre nuestra salvación ahora. La Biblia nos enseña que podemos y debemos estar seguros de nuestra salvación. “El que cree en el Hijo tiene vida eterna.” (Juan 3:36). La primera epístola de Juan fue escrita para librar a los Cristianos de cualquier duda respecto a su salvación: “...para que sepáis que tenéis vida eterna” (I Juan 5:12-13).

Tenemos el testimonio externo y fidedigno de la Palabra de Dios y tenemos el testimonio interno del Espíritu Santo. El nos hace saber que somos hijos de Dios, y nos guía al goce de los privilegios que los tales disfrutan (Romanos 8:14-16).

Recordemos que muchos católicos aman sinceramente a Dios y le han dedicado su vida a servirle. No tienen la luz del evangelio que nosotros tenemos pero merecen nuestro respecto por su sinceridad y consagración.

En vez de atacar sus doctrinas, empecemos donde haya puntos similares de partida.

1. Tenemos prácticamente la misma Biblia. Si es posible use una Biblia católica en el trato con ellos. La versión Nácar-Colunga es una de las mejores. Es bueno que se convenzan de la verdad en su propia Biblia.

2. La Iglesia Católica como nosotros, creen que la Biblia es divinamente inspirada, la infalible Palabra de Dios.

3. Creen en el nacimiento virginal y la deidad de nuestro Jesús, en Su  muerte expiatoria, resurrección, ascensión al cielo, y regreso en gloria.

4. Creen en la realidad del pecado, la expiación, la salvación, el juicio futuro, el cielo y el infierno.

5. Tienen reverencia por las cosas divinas.

6. Creen en los milagros y tienen fe en el poder sobrenatural.

DÓNDE PONER EL ÉNFASIS

Haga resaltar el amor de Dios para ellos. El no es indiferente a sus problemas y necesidades. En vez de discutir si los santos nos pueden oír o no, hagamos ver el gran privilegio que tenemos de ir directamente a Dios en oración. El testimonio personal y nuestra propia vida de oración convencen mejor que los argumentos.

Algunos han citado el ejemplo de la necesidad de presentarse ante el secretario antes de poder dirigirse a un personaje tal como el presidente de la nación. Es bueno hacerles ver que el hijo del presidente puede ir directamente a su padre, y nosotros también hablamos directamente a nuestro Padre celestial.

¡Qué dolor sentiría un padre amante si sus hijos tuvieran tan poca confianza en él que nunca se atrevieran a hablarle! ¿Será menos el dolor de nuestro Padre celestial cuando sus hijos siempre buscan a otros que presenten sus peticiones y hablen a su favor?

Procure conseguir que oren con usted. Cuanto más abran el corazón a Cristo en la oración, tanto más el Espíritu Santo les iluminará para que vean y acepten la verdad. Una vez que estén en comunión con el Cristo vivo, será fácil dejar las imágenes.

Pongamos énfasis también sobre el privilegio de saber ahora que hemos nacido de nuevo, que somos salvos por la fe en Cristo, no por las obras. No tenemos que vivir en temor al purgatorio.

MARÍA

Los católicos creen que los protestantes despreciamos a la Virgen María. Debemos de explicarles que creemos que María fue honrada de Dios sobre todas las mujeres al ser escogida para ser la madre de nuestro Señor. Todos le debemos nuestra gratitud por el cuidado que dio a nuestro Salvador durante los años de su infancia. No discute el punto de si ella tuvo otros hijos o no.  Debemos de decirles que lean el Evangelio de Lucas para que puedan leer la historia de María y del Jesús.

¿Quieren honrar a la Virgen? No hay mejor manera que guardar el único mandato que ella nos dejó: “Haced todo lo que Él os dijere” (Juan 2:5) y el primer mensaje que Cristo predicó era: “Arrepentíos y creed en el evangelio” (Marcos 1:15).

LAS  IMÁGENES

Los católicos dicen que el uso de los cuadros y las imágenes es sencillamente como tener un retrato. Una esposa, o una novia, a veces besan el retrato del esposo, o del novio, ausente. Esta ilustración nos permite mencionar que Cristo está con nosotros siempre. ¿Qué haría el esposo, estando presente, si la esposa le hiciera caso omiso a él y pasara todo el tiempo mirando y besando el retrato? Seguro que le quitaría el retrato. Del mismo modo Cristo desea que le hablemos a Él, que le adoremos en espíritu y en verdad, en vez de estar poniéndole flores o velas a una imagen de Él.

Algunos hermanos ponen mucho énfasis en procurar que desde un principio la gente que se interese en el evangelio que destruían los santos y sus cuadros e imágenes. Nada se consigue con persuadir a la gente que abandone a sus dioses falsos a menos que acepte al Dios verdadero. Nada se logra con quitar los cuadros de la pared si todavía los tienen entronizados en el corazón. Por lo general, cuando empiezan a buscar a Dios, pronto se dan cuenta que las imágenes son impotentes e inútiles.

PASOS RECOMENDADOS

1. Procura interesarles en la lectura de su propia Biblia.

2. No hable en contra de su religión, ni en contra de la iglesia, sino procurar darles la luz de la verdad.

3. Guíalos a tener confianza en Dios, creyendo lo que Él dice (Jn. 5:24; Jud. 24; I Jn. 5:13; Hch. 10:43).

4. Enséñale que es necesario nacer de nuevo y que el bautismo en agua es para el perdón de los pecados.
5. Demostrar lo que es el arrepentimiento, reconocer su pecado, sentir pena por ello, y abandonarlo por completo (Isa. 55:7; Prov. 28:13).

6. Enséñale que es posible ahora mismo conseguir el perdón de todos sus pecados. Cristo quiere salvarles (Hch. 13:38-39; Efe. 1:7; Isa. 1:18).

7. Demostrarle que puede, en el momento que acepta a Jesús y es bautizado, saber que es salvo (Jn. 5:24; I Jn. 5:13).

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