“No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, Ni te fatigues de su corrección; Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere.” Proverbios 3:11-12
La Biblia tiene mucho que decir acerca de los padres. No hay ninguna manera en la que podemos tratar con todo ello en este escrito. Las implicaciones en estos versos pueden ayudarnos a entender lo que es un padre. Se podría reducirse a esta simple declaración: El buen padre es aquel quiénes disciplinado y disciplina.
Los padres, quizá a veces son malhumorados. Tal vez ellos podrían decirle cosas un poco más suavemente. Quizás ellos hasta le culpan y regañan injustamente de vez en cuando. Pero piense en todos los tiempos cuando hiciste algo mal y salió con la suya.
Y no piense que su padre está enojado o de mal humor cada vez que él se mira o habla de un modo serio; tal vez él realmente se preocupa por usted, y con buena razón. La próxima vez que él te regaña, tomarlo como un soldado bueno que ha cometido un error. Nunca te vayas con un resentimiento en su corazón contra su padre, un resentimiento que no se quitará por tres o cuatro días.
Usted no tiene que poner un halo sobre la cabeza de su padre o alas sobre sus hombros para conseguir una imagen adecuada de él. Pero recuerde que él no es tan sólo el hombre que proporciona la casa en la cual usted vive, el alimento que usted come, la ropa que usted lleva puesto y el dinero que usted gasta; ¡él es su padre!
Los padres reciben muy poco a cambio de todo lo que hacen y dan. ¿El amor de sus hijos? ¡Por supuesto! Pero el amor embalado en pequeños paquetes y tan apretado envuelto que el pobre padre se gasta buscándolo. Y es un día raro cuando él tiene que sacar un paraguas para protegerse contra la lluvia de gracias que son llovidas sobre él. Pero él sigue trabajando y proveyendo y dando. Él está satisfecho con la felicidad que el proporciona para su familia.
Si yo tuviera que decirle a alguien lo que un padre realmente hace que es importante, sería que él se presenta para el trabajo en los tiempos buenos y tiempos malos. Él es un hombre que está siendo constantemente observado por sus hijos. Ellos aprenden de él como manejar la adversidad, la ira, la desilusión y el éxito.
Él no se reirá de sus sueños sin importar lo imposible que puedan parecer. Él se levantarse de la cama a la una de la mañana cuando uno de sus hijos se queda sin gasolina. Él tomará decisiones impopulares y permanecerá junto a ellos mientras sus hijos les dicen que lo odian.
Los padres no son perfectos, aunque no sean tan imperfectos como pensamos. Los padres reciben un montón de impertinencias y muy poco crédito. Por lo tanto, es bueno tener un día cuando hacemos una pausa para honrar y recordar nuestros padres.
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