“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme,
cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé
tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado
como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo
lo puedo en Cristo que me fortalece.” Filipenses 4:11-13
Nuestra actitud,
y nuestro estado mental, tienen un grande efecto en nuestra salud. Nuestra
actitud hacia nosotros mismos, nuestra actitud hacia la vida, nuestras
relaciones con otras personas tienen un efecto poderoso en nuestra vida física
así como también nuestra vida emocional. El temor, el resentimiento, la
ansiedad, una falta de propósito en la vida puede ser también dañoso a nuestra
salud.
Debemos recordar
que Pablo estaba en la prisión cuando escribió esta epístola. Él probablemente
estaba encadenado al lado de un guardián 24 horas al día. Y fue en esta escena que
dijo, "…he aprendido a contentarme...”
Para comprender
mejor lo que es contentamiento, hay que ver lo que es descontentamiento. Cada
vez que nos quejamos, cada vez que rezonguemos, cada
vez que expresamos nuestra envidia o nuestro celo,
estamos expresando descontentamiento. Descontentamiento es cuando estás infeliz
con sus circunstancias presentes. Cuando tiene un estado mental intranquilo
debido a las cosas que están sucediendo en su vida.
El estar feliz con todo, ¿es esto el contentamiento? ¿Es contentamiento al decir, “Estoy feliz con lo que está sucediendo en mi
vida” o decir “me gusta mi presente circunstancias?” No necesariamente. Esto no
es lo que el Apóstol Pablo estaba diciendo.
El
contentamiento no es ser estoico. El controlar su mente de tal manera que el
dolor o el sufrimiento ya no viene a su conciencia. Los místicos orientales,
pueden dormir sobre un lecho de clavos, o pueden caminar sobre carbones
calientes y no sienten nada, han suprimido de tal manera su proceso de
pensamiento sobre ello. Pablo no está diciendo que seamos insensibles al
sufrimiento.
Ni tampoco
tenemos que aprender a que nos guste todo que está sucediendo en nuestra vida.
Yo no pienso que a Pablo le gustaba estar en la prisión. Ni se espera que
miremos nuestras cargas o nuestras dificultades o problemas y decir, “me gusta
esto.” Hay esos quien dice, “Tienes que alabar a Dios por toda las cosas.” Yo
no pienso que Pablo está diciendo eso.
Ni nos está
diciendo que tenemos que satisfacernos con esas cosas en nuestras vidas que son
menos de de lo que deben de ser. Pablo tuvo muchas debilidades, flaquezas y
muchas imperfecciones en su vida, el no estaba diciendo, “Pues, me voy a
satisfacer con esto.” Había cosas en su vida al que Pablo expreso mucho
descontentamiento. Pero, el dijo, “prosigo a la meta, no lo he
alcanzado todavía.”
El
contentamiento es saber que tienes todo lo que necesitas para enfrentar las
circunstancias presentes. En el verso 11, Pablo no dijo que le gustaba tener
hambre. Me gusta estar necesitado. Me gusta estar en circunstancias difíciles.
El no dijo eso. Lo que está diciendo es, aunque no me gusta, yo sé que tengo de
parte de Dios lo que se va necesitar para hacerle frente a las circunstancias
presentes. “Puedo hacerle frente.” “Puedo tratarlo.”
Nada me frustra
más que cuando me computadora no trabaja. Puedo ser paciente con muchas cosas.
Si lo poquito que conozco de computadoras no arregla el problema yo no sé que
mas hacer. Por lo tanto, cuando mi computadora no trabaja, estoy sumamente
descontento. Pero, ¿Porque estoy disgustado? Porque no se qué hacer para
arreglar la computadora. No sé cómo empezar para arreglarla. No sé cómo tratar
con el problema. No puedo hacerle frente.
Pero, si alguien
viene a me con algo que sé hacer, entonces tengo mucho contentamiento, porque
estoy seguro que puedo enfrentarlo. En una situación, yo puedo hacerle frente;
en la otra situación no puedo. En una situación yo puedo tratarla, se que hacer
y en la otra situación me encuentro perdido, porque no se qué hacer.
Contentamiento
es tomar su presente situación, cualquier obstáculo que está enfrentando, cualquiera
limitación con que está viviendo, cualquiera condición crónica que
lo agota, lo que ha destrozado sus sueños, cualquier
factores o circunstancias de la vida que tiende a desalentarlo, y
decir en medio de ello, “no me gusta,” pero nunca decir, “no puedo hacerle
frente” La Palabra de Dios dice; “¡Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece!
II Corintios
4:7-9: “Pero
tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de
Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no
angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas
no desamparados; derribados, pero no destruidos” Puede sentirse angustiado, pero nunca se sentirá desesperado. Pueda
sentirse derribado, pero nunca se sentirá derrotado. Hay recursos ilimitados
disponibles para usted en Dios. Pero, en cuanto diga usted, “no puedo hacerle
frente,” deja de echar mano de estos recursos ilimitados. Contentamiento es
estar seguro que puedes encarar cualquier prueba que está enfrentando debido a
los recursos de fortaleza que Cristo ha hecho disponible a usted. ¡Eso es
contentamiento!
¿Cómo puedo logra el contentamiento? No es algo natural. El apóstol Pablo nos dice que se tiene que
aprender. “He aprendido a contentarme.” La vida es una escuela. Es
un aula. He tenido que luchar duro y es solo mediante el proceso largo de vivir
y luchando con dificultades en la vida que he venido al punto de darme cuenta
que estoy contento. Es un proceso, y lo práctico todo los dais.
La razón porque Dios permite que estas dificultades vengan a nuestras
vidas es porque, mediante el proceso de luchar con ellos en el valle que
aprendemos de que se trata este tipo de contentamiento.
He descubierto en mis 51 años de ser pastor, que la mayoría de la
gente viven una mayor parte de sus vidas en el valle. Pero, ¿usted sabe que
grande verdad he encontrado en la Biblia?, ¡Que el Dios de las montañas también
es el Dios de los valles! (I Reyes 20:22-29) Acercase a Dios.
Acercase a Él lo mas cercas posible que pueda. Y encontrará que es en acercarse
a Él que toda Su fortaleza se hará disponible a usted. No importa cuál sea el
valle, no importa que hondo sea, puede usted aprovechar de ello. Y puede
madurar por ello.
Si todo lo demás cambia, aún el Señor no cambia. Si las fuentes de
todo otro gozo se secan, el gozo del Señor nunca termina. La Biblia nos dice en
Nehemías 8:10: “Que el gozo de Señor es nuestra fuerza.” Cuando
usted viene al Señor en fe sincera, usted encontrar gozo, fortaleza y lo más
importante de todo, Esperanza que las cosas se van a mejorar.
La esperanza es el deseo por algo bueno con la anticipación de
recibirlo. Mucha gente vive sin esperanza para el futuro. Ellos no
pueden creer que Dios los ame y que tenga un propósito para sus vidas. No
importa que dolor o circunstancias imposibles esté enfrentando hoy, Dios
reemplazara su desesperación con un gran sentido de esperanza. Si Dios ha
puesto una esperanza en su corazón, no lo entregues, no lo abandone, no importa
cuál sea su circunstancias.
Una equivocación común que mucha gente hace, es de medir el amor de
Dios para ellos por sus circunstancias. Usted tal vez ha tenido equivocaciones
en su vida, pero El tomara sus fracasos y los volviera en algo bueno para
usted. ¿Por qué? Porque El es un Dios quien sabe exactamente lo que usted necesita.
El sabe cuando lo necesita y El estará allí para proveer se lo. ¿Por qué no le
pide que le ayude?
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