“Mirad que nadie os
engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los
hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo....” (Colosenses
2:8-10)
Cuando estudiamos
acerca de una determinada práctica no debemos preguntar: "¿Dónde dice Dios
que no se debe hacer esto?" En su lugar, pregunte, "¿En dónde muestra
la palabra de Dios que este acto sería aceptable?" Si el acto no se
encuentra incluido en la voluntad de Dios para la Iglesia, entonces no debemos
participar en ello.
Pantomimas,
payasos, danzas, himnos dramatizados, bailarinas etc., esto está fuera del
orden bíblico de adoración del Nuevo Testamento, no importa como trate de
justificarse hoy. Tenemos que examinar con fundamento bíblico las diferencias
entre la verdadera adoración a Dios y el falso. Y cuando hablamos de culto,
estamos hablando de ministración y adoración en la iglesia que Dios ya
determinó en su Palabra cómo debe efectuarse para el crecimiento espiritual de
su iglesia.
La iglesia fue
concebida para transformar vidas, no para entretener multitudes tipo teatro o
circo. Hoy demasiadas iglesias y sus pastores desconocen la verdadera
naturaleza del cuerpo de Cristo, convirtiendo la adoración a Dios en un acto
público sensual, sensacional y llamativo a las emociones de la gente, y no en
una adoración genuina de obediencia a Dios.
¿Fue el baile
litúrgico alguna vez parte de la adoración en la iglesia primitiva apostólica,
o durante los primeros siglos? Si es así, ¿por qué fue abandonado? El baile
litúrgico no era parte de la adoración en la iglesia primitiva. La cultura
judía exhibía baila litúrgica en las bodas y la Fiesta de los Tabernáculos, y
por supuesto hay numerosas referencias a David bailando en el Antiguo Testamento,
pero tal baile era espontáneo y festivo, no litúrgico. Como resultado, los
primeros cristianos de origen judío probablemente carecían de una tradición de
la danza durante la adoración formal. Bailar sólo aparece en el Nuevo
Testamento en dos contextos: el banquete de Herodes (Marcos 6:21-22) y la
celebración del regreso del hijo pródigo (Lucas 15:22-27).
Por el contrario,
el baile jugó un papel prominente en muchos cultos paganos, como el
culto orgiástico de Dionisio. Debido a que los primeros cristianos de ninguna
manera deseaba ser asociado con tales ritos, lo más probable es que
evitaban bailar, a pesar de su intenso culto, a veces extática (Hechos 2:43, 1
Cor. 14:26) bien podría haber incluido algún tipo de movimientos.
Para justificarse,
están aquellos que presentan sus experiencias subjetivas, diciendo: "Dios
me revelo y me ha ministrado con dichos métodos". La verdad es
que Dios no contradice su propia Palabra, dejando al descubierto que esas
supuestas experiencias no son más que emociones personales y no Palabra de
Dios. Predicadores que hoy tienen la mala costumbre de usar medias verdades
para enseñar y tratar de justificar el entretenimiento en la iglesia, usando
algunas palabras y frases bíblicas, pero con un sentido torcido del texto. Los tales
adoptan (por conveniencia y lucro) métodos carnales de culto, para según ellos,
atraer a las personas a Cristo, cuando la Biblia claramente nos dice a nosotros
que eso le corresponde a Dios (Jn. 6:44), el único capaz de añadir los que han
de ser salvos (Hch. 2:47), y el único con la facultad de convencer de pecado
los corazones mediante el poder de su Espíritu (Jn. 16:8). Decir lo contrario,
es una Blasfemia y una herejía del mismo diablo, el cual intenta neutralizar el
poder del Espíritu en la iglesia, a fin de convertir en libertinaje la Gracia
de Dios (Judas 4).
Según la Biblia, el
verdadero adoración a Dios se ejerce mediante los dones espirituales que el
Espíritu Santo asignó a los creyentes, pues la iglesia en esencia es un cuerpo
espiritual vivo, el cual para su crecimiento depende del poder del Espíritu Santo:
“…porque a cada uno les es dada la manifestación del Espíritu para
provecho" (1 Co.12:7). Y Dios nos ha ordenado ministrar según los dones
recibidos para la edificación de la iglesia: "Así también vosotros; pues
que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de
la iglesia" (1 Cor. 14:12). "Cada uno según el don que ha recibido,
minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de
Dios" (1 P. 4:10). Es mediante los dones espirituales, que Dios satisface
las necesidades físicas, emocionales y espirituales de la iglesia, a fin de que
ésta alcance el crecimiento que El demanda; pues, al fin y al cabo, el
crecimiento de la iglesia lo produce Dios, no el ser humano (1 Co. 3:7-9; Ef.
4:15-16). En Cristo la iglesia está completa con todas las capacidades
espirituales que necesita para su crecimiento (Col. 2:9). Y no tiene necesidad
alguna de métodos carnales y paganos para evangelizar.
Desafortunadamente,
hoy muchas iglesias mal doctrinadas han adulterado el culto a Dios,
sustituyendo prácticamente los dones del Espíritu por métodos y formulas de
origen secular y pagano, con la vaga excusa de evangelizar. Los argumentos que
hoy muchos ministros y cristianos usan para defender dichos métodos no tienen
fundamento bíblico alguno. Esto ha provocado un deterioro y un caos espiritual
sin precedentes, en este tiempo. En muchas iglesias que hoy han convertido el
culto a Dios en un lugar de entretenimientos, sus miembros ya no quieren sufrir
la sana doctrina, dando cumplimiento a lo que dijo el apóstol Pablo:
"Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que
teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias
concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas
(II Tim. 4:3-4). Las fabulas no es otra cosa que cuentos, historias y
narraciones que no son reales, pura ficción.
Los pastores de
estas iglesias, como pretexto para dar lugar al baile
litúrgico (hebreo) en la iglesia, usan versículos del Antiguo Testamento
(II S. 6:5-14; 1 Co. 15:29; Jer. 31:4-13; Is. 3:16). Este argumento falla
totalmente, pasando por alto de que la iglesia no está sujeta a la liturgia de
culto (hebreo) del Antiguo Testamento, entiéndase sus fiestas, ceremonias
rituales y sacrificios: "Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días,
dice el Señor, en que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un
nuevo pacto... Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se
da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer Ahora bien, aun el
primer pacto tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal... Pero estando
ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y
más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación
(Hebreos. 8:8, 13; 9:1-11)". Aquí nos dice la Escritura que la iglesia del
Señor fue llamada al nuevo orden de adoración y alabanza del Nuevo Testamento,
mediante la administración, cánticos y manifestación del Espíritu Santo (1 Cor.
12:7; Ef. 5:19; Col. 3:16; 1 P. 4:10). Cabe señalar, que las únicas dos
menciones de la palabra "danza" en el Nuevo Testamento, es en
relación a fiesta "hebrea" (Lc. 15:25), y bailes sensuales y eróticos
para seducir (Mt. 14:6; Mr. 6:22)
La iglesia
primitiva jamás usó formulas o dinámicas humanas de su época para el culto a
Dios, ni siquiera para evangelizar, pues solo dependía del poder de los dones
del Espíritu. Por ejemplo, el apóstol Pedro en su primera predicación pública,
se convirtieron al evangelio alrededor de 3,000 personas; y en su segundo
mensaje más de 5,000 recibieron al Señor. Pedro no tuvo necesidad de
metodologías de origen mundano para evangelizar, solo basto la palabra
predicada (verbalmente) en el poder del Espíritu, el cual convence de pecado
los corazones. El crecimiento de la iglesia lo da Dios, no el ser humano. Hoy
también hay creyentes que hablan de los "talentos" como dando a
entender que en la Biblia esa palabra "talento" o "arte",
diera lugar o permite que todo tipo de métodos mundanos y practicas paganas
sean usadas en la iglesia. No es así, el mismo Señor dijo acerca de su casa:
"y mi santuario tendréis reverencia, Yo Jehová" (Lv. 19:30) "Mi
casa, casa de oración será llamada" (Mt. 21:13) Así que, el que quiera
entretenerse que vaya al teatro o al circo. Porque a la iglesia se va a
reverenciar y adorar en espíritu y en verdad a Dios a fin de transformar vidas,
no para espectáculos ni show para entretener gentes.
FALSO ADORACIÓN
MEDIANTE METODOLOGÍAS DE ORIGEN PAGANO Y MUNDANAS
1. Pantomimas: Obra dramática de origen grecorromano que
sustituye el lenguaje verbal por el lenguaje corporal “mímica” usado como
entretenimiento a lo largo de la historia. Dramas, actuación teatral y género
dramático que tuvo su origen en la antigua Grecia con el fin de entretener al
espectador y exaltar las emociones del público. (Practica no usada por la
primera iglesia apostólica).
2. Payasos: Actor, satírico que se burla de la
cotidianidad y cuya función es hacer reír a la gente con bromas burlonas,
piruetas y trucos o magia. Practica de origen Grecorromana usada en las cortes
reales como espectáculo. (Practica no usada por la primera iglesia apostólica)
3. Melodías de origen pagano con letra cristiana:
Práctica prohibida por Dios en el Antiguo Testamento (Ecles. 7:5; Is. 23:15-17),
a los cantores de Israel les estaba prohibido usar melodías paganas en el culto
a Dios, éstos debían ofrecer “cantico nuevo”, como adoración (Sal. 33:3). Jamás
la música se utilizó para evangelizar. Asimismo en el Nuevo Testamento (Col.
3:16; Ef. 5:19-20), el apóstol Pablo establece que los cánticos a Dios deben
ser espirituales, o sea, deben ser inspirados por el Espíritu Santo, tanto en
la letra como en la melodía.
No importa cuáles
sean las excusas o pretextos que hoy tengan para practicar tales métodos de
culto, esto no cabe dentro del marco bíblico. Ya Dios determinó en su palabra
cómo la iglesia debe crecer, esto, mediante los dones del Espíritu Santo. La
liturgia de culto de la primera iglesia apostólica es el modelo inmutable de
culto para la iglesia de toda época: "Si alguno ministra, ministre
conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por
Jesucristo" (1 P. 4:11).
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