"Y los espíritus de
los profetas están sujetos a los profetas" (I Corintios 14:32)
Pablo escribió acerca de nuestro
espíritu en unión con el Espíritu Santo ," y los espíritus de los
profetas están sujetos a los profetas." Esto simplemente significa que
el Espíritu Santo nunca nos hará hacer cualquier cosa y no puede hacer nada a
través de nuestras vidas sin nuestra cooperación intencional consciente primer
lugar, si usted tiene el Espíritu Santo o no.
Pablo escribe en la segunda a
Timoteo, "Porque no nos ha dado Dios un espíritu de temor, sino de
poder, amor y de dominio propio." (II Timoteo 1: 7). Si usted ha
estado en servicios o avivamientos donde la gente estaba gritando fuertemente y
haciendo cosas que no estaban en el orden en el nombre del Espíritu Santo, y te
dejo en la confusión; si vio los dones en operación o no, lo que usted encontró
no era el Espíritu Santo, sino más bien las voluntades y personalidades de las
personas a través de los cuales se están manifestando los dones del Espíritu
Santo. Los dones eran del Espíritu Santo; pero la forma en que estaban siendo
ministrados y utilizados no era el Espíritu Santo, pero fue la manifestación de
las personas presentes. El Espíritu Santo está sujeto a nosotros y nuestras
voluntades. Sin embargo, somos responsables de cómo representamos el Espíritu
de Dios.
Cuando son ministrados los dones
del Espíritu Santo, lo fuerte que una persona grita no tiene nada que ver con
su efectividad. Cuando el Espíritu Santo
se manifiesta en sí en una persona, si él susurra, va a obtener los mismos
resultados. Si usted ha tenido este tipo de encuentros por favor no lo asocie con la operación del Espíritu Santo. Pablo nos dice
en 1 Corintios 14:33, "porque Dios no es un Dios de confusión, sino de
paz, como en todas las iglesias de los santos." Cuando usted es
testigo de la confusión y el desorden cuando los dones del Espíritu Santo se
manifiestan, lo que está presenciando son los dones de Dios manifestado en la
carne de los hombres que se manifiesta. Usted debe aprender a distinguir entre
lo que es Espíritu y lo que es carnal.
No estamos diciendo que cuando
nos reunimos en el nombre de Jesús que no habrá momentos de gran alegría en la
conciencia de la bondad de Jesús que puede dar lugar a fuertes gritos y
emoción, pero cuando esto sucede creemos que será evidente a todos. Todos sentirán
que es el Espíritu y serán una parte de ello, no confundidos, preguntándose qué
está pasando. El salmista escribe: "Adora al Señor con temor, y
alegraos con temblor." (Salmo 2:11). La implicación de este pasaje es
que debemos ser más discernientes en nuestra adoración, no fuera de control.
Dios es un Dios de orden y nos guiará en orden en nuestra adoración a través de
Su Espíritu.
Jesús nunca hará alguna cosa para
hacernos daño. Si el don que se está manifestando es de Él, si entendemos su
propósito en la actualidad o no, es bueno y dará lugar a bendición. Este es el
caso de los otros dones espirituales. Pablo dice, "Seguid el amor y
procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticeis." (1
Corintios 14: 1). ¿Por qué? Porque sólo a través de los dones espirituales,
traídos a la sumisión a la Palabra de Dios, podemos llegar a la verdad acerca
de nuestras necesidades, todas nuestras necesidades ya sea espiritual, almática
o físico. Cualquier cosa que hacemos sin los dones espirituales de Dios es
carnal y en alianza con y en el control de las fuerzas demoníacas. Todo lo que
viene de Dios es bueno y dará lugar a nuestra edificación y el conocimiento más
profundo de Él y nuestro bienestar espiritual, almática y físicamente; para eso es el propósito de los
dones espirituales
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