Dr MARTIN VASQUEZ

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Mesa, Arizona, United States
EDUCATION: Holt High School, Holt Mich., Lansing Community College, Southwestern Theological Seminary, National Apostolic Bible College. MINISTERIAL EXPERIENCE: 51 years of pastoral experience, 11 churches in Arizona, New Mexico and Florida. Missionary work in Costa Rica. Bishop of the Districts of New Mexico and Florida for the Apostolic Assembly. Taught at the Apostolic Bible College of Florida and the Apostolic Bible College of Arizona. Served as President of the Florida Apostolic Bible College. Served as Secretary of Education in Arizona and New Mexico. EDUCACIÓN: Holt High School, Holt Michigan, Lansing Community College, Seminario Teológico Southwestern, Colegio Bíblico Nacional. EXPERIENCIA MINISTERIAL: 51 años de experiencia pastoral, 11 iglesias en los estados de Arizona, Nuevo México y la Florida. Trabajo misionera en Costa Rica. Obispo de la Asamblea Apostólica en los distritos de Nuevo México y La Florida. He enseñado en el Colegio Bíblico Apostólico de la Florida y el Colegio Bíblico Apostólico de Arizona. Presidente del Colegio Bíblico de la Florida. Secretario de Educación en los distritos de Nuevo México y Arizona.

Sunday, September 9, 2012

¿DONDE ESTA ELISEO?


II Reyes 2:8-15

La pregunta que se debe hacerse hoy, no debe ser, ¿dónde está el Dios de Elías?” Más bien, “¿donde está Elíseo?”

Todo mundo está familiarizado con la historia del llamamiento y vida del profeta Elíseo. Elíseo había sido un agricultor prospero hasta el día que dejo todo por seguir al profeta Elías. El sirvió a Elías como su discípulo por muchos años. Estos fueron años de obscuridad para Elíseo, hasta aquel gran día cuando cayó sobre él, el manto de Elías. Cuando el volvió al Río Jordán, Elíseo pregunto, “Donde esta Jehová, el Dios de Elías?” Tomando en su mano el manto de Elías que se le había caído, golpeo las aguas del Jordán y se dio cuenta que el poder de Dios que había estado sobre Elías, ahora estaba sobre él.

Ahora, Elíseo ya no era ese impotente y obscuro sirviente de Elías, ahora era un potente profeta de Dios. Las proezas de Elíseo fueron muchas y poderosas y a veces espectáculos. El hizo mucho en favor de reino de Dios, pero había una razón por ello. Elíseo, no siempre fue una persona prominente. El llego a ser grande por las elecciones que él hizo en su vida. Cuando él eligió dar su espalda a la seguridad económica de su finca, para seguir al profeta Elías, el se estaba humillando para ser ensalzado. Cuando él estuvo depuesto para ayudar y atender a las necesidades de Elías”, el estaba preparándose para ser un líder.

En el hecho de cuidar el profeta de Dios, el estaba acumulando un tesoro de sabiduría que no se podía haber encontrado en otro lugar. En atender a sus responsabilidades serviles que eran de un discípulo de un profeta, Elíseo sentó un fundamento para una gloriosa carrera.

Ahora, mantos de hombres y mujeres grandes de Dios están cayendo. Hay poder en estos mantos, pero lamentablemente, en muchas ocasiones no hay un Elíseo para tomarlos. Los Elías de hoy están siendo llevado por el Señor sin quien reciba el doble porción de su espíritu. El mundo y el pueblo de Dios como ovejas perdidas tropiezan en la oscuridad porque no tienen profeta quien lo guía y los instruye.

“¿Donde está Elíseo?” En muchos ocasiones estos Elíseos de mañana están ocupados con sus sueños de grandeza, que no pueden  tomar tiempo para preparare. Desprecian los trabajos serviles de un discípulo porque no quieren ensuciarse las manos, están planeando y buscando como pueden avanzar pronto en la vida o en el ministerio. Muchos de ellos se piensan muy listos para escuchar o aprender de los consejos de los profetas viejos. Prefieren guardarse en Betel, Jericó o cercas del Jordán donde hay más seguridad. Por estas y muchas otras razones, no están presentes, ni preparados para recibir estos mantos, el Poder y Gloria que Dios tiene para ellos.

Hay iglesias que carecen pastores y ministros, hay campos misioneros que sufren por qué no hay un misionero. Hay Escuelas Dominicales que carecen maestros, hay sociedades en iglesias que sufren porque no hay nadie que quiere ser lideres. La obra de Dios sufre por que los Elíseos no se han preparado para levantar los mantos que han caído.

¿Esta Ud. depuesto para ser un Elíseo? ¿Esta depuesto a dar la espalda a la seguridad de este mundo y dedicares al servicio de Dios, y prepararse para ello? ¿Esta Ud. depuesto hacer lo que Dios y su obra pida de usted sea grande o pequeño? ¿Esta depuesto a escuchar y recibir consejos de los siervos de Dios, aun cuando usted piensa que sabe más que ellos?

Si esta depuesto, te esperan grandes cosas en el Señor. Frustración y vanidad le espera al que no se prepara. ¿Qué de usted? ¡Si quiere llegar a ser un Elías, primero tienes que ser un Elíseo!

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