“Y cuando ores, no
seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y
en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os
digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en
tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu
Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” (Mateo 5-6)
“Es, pues, la fe la
certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1)
“Pero sin fe es
imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea
que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” (Hebreos 11:6)
Muchos de ustedes, estoy seguro, han
deseado saber porque es que algunas veces sus oraciones no son contestadas.
¿Porque es que oro y parece como si Dios no está escuchando? Usted tiene
problemas, y necesita ayuda. ¿Qué haces ahora?
Es con la esperanza de traerle ayuda a
alguna alma angustiada y desconcertada que quisiera compartir con usted unas
cosas que he aprendido a través de los años de la Palabra de Dios y de mi
experiencia personal sobre la oración.
Una de las razones principales por qué
sus oraciones no son contestadas es porque tal vez usted no ha sido
verdaderamente persistente en la oración. Usted debe comenzar aquí. Jesús
presento una parábola para mostrar la necesidad de ser persistente
en la oración. Para ser efectivo, usted debe orar con gran seriedad. Gran
seriedad nos conduce a la persistencia. Persistencia en la oración significa,
tener una gran necesidad que importa tanto a su corazón que lo traiga con usted
todo el día y duerme con ella en su corazón por la noche, a tiempo y fuera de
tiempo, se lo lleva al Señor en oración sincero. La persistencia en la oración
no solamente obra para probarle a Dios nuestra seriedad profunda, pero para
crear esta seriedad en nuestros corazones y para demostrarlo a
nosotros mismos. Persistencia en la oración que trae una respuesta de Dios para
su necesidad definitiva, es oración que se extiende hacia Dios de cada área de
su vida, y desde cada hora de su vida. No se queja de las oraciones que no han
sido contestadas a menos que ha estado orando con sinceridad y persistencia.
Aun cuando usted ha sido muy sincero y
muy persistente, la respuesta no ha vendió como usted lo deseaba. ¿Qué
entonces? Quizás sus oraciones quedan por contestar porque no subieron al trono
de Dios de un corazón limpio y sincero. El pecado paraliza el poder de la
oración. El Salmista David quiso el honor de edificar el templo en Jerusalén,
pero el pecado en su vida le impidió que realizara esa ambición. Santiago 5:16
nos dice: “La oración eficaz del justo puede mucho.” Una
traducción moderna lo presenta en estas palabras: “Un hombre bueno puede
lograr mucho a través de la oración si se esfuerza” Ah, allí está el
secreto importante que abre la puerta para que sus oraciones pueden ser
contestadas. “Un hombre bueno.”
Entre el poder con Dios en la oración y
la bondad de la persona que ora hay una conexión vital. Significa algo ambos en
la tierra y en el cielo cuando la persona que ora es una persona buena.
Viviendo justamente, teniendo un lenguaje limpio y pensamiento puro tienen sus
valores positivos en traerle una respuesta a la oración, y su ausencia en la
vida de una persona nos explica la razón por que no se han contestado sus
oraciones. “Bienaventurados los de limpio corazón,” dijo
Jesús, “porque ellos verán a Dios.” Dios los ve, y Dios los
oye, y Dios les contesta. Usted no tiene por qué quejarse si sus oraciones no
han sido contestada si has retenido esperanzas impías y ambiciones egoístas
dentro de su corazón.
Ninguno de nosotros somos sin pecado.
Cada día, en una manera u otra quebrantamos los mandamientos de Dios. Violamos
sus propósitos santos de vida humana en pensamiento, en palabra, y en hechos.
Si tuviera que ser absolutamente perfecto para poder recibir alguna cosa de la
oración, nunca estaría en una posición de recibir. Quizás, sus oraciones quedan
sin contestación porque no tiene un corazón de perdón cuando ora.
El único comentario que Jesús hizo sobre
la oración que les enseño a Sus discípulos esta en Mateo 6:14-15; dijo: “Porque
si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro
Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas,
tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” Si,
reteniendo amargura, venganza y rencores en su corazón contra otra persona lo
previenen el perdón de su pecado por Dios, también previene esos otros positivos,
aspectos de sanidad de la oración que solo puede venir a la persona que ha sido
perdonado. El perdón de otros no depende de su arrepentimiento o su vida
cambiada, depende en su relación con Dios; y en su determinación para ser
otorgado perdón por Dios por su pecado. Usted no puede quejarse de la oración
que no ha sido contestada si usted odia a alguien, si esta amargado contra
alguien o si guarda resentimiento en su corazón contra alguien.
Puede ser que usted no sea culpable de
esto. Por la gracia de Dios, su corazón puede ser limpiado de todo mal que
siente contra todo individuo. Pero, aún las cosas por las que usted ora no
vienen. Sus oraciones quedan sin contestarse, porque no están en acuerdo con la
voluntad de Dios. Me supongo, que usted está tratando de orar por cosas de
acuerdo a la voluntad de Dios. Si esto no es así, entonces el asunto se termina
aquí, inmediatamente. Nadie puede atreverse a establecer su propia voluntad en
desafió a la voluntad divina de Dios.
El premier precepto cuando ora es que
usted está buscando entrar en la voluntad de Dios ambos por su vida y por su
deseo que le trae al trono de Dios en oración. Usted debe saber que la vida es
entendible sólo cuando se vive en acuerdo a la voluntad de Dios. No encontrara
felicidad en ninguna otra manera. Pero aún así, los mejores de hombres no
podrán comprender totalmente la voluntad de Dios. Para los mejores de hombres,
algunas oraciones quedan sin respuesta, porque la respuesta deseada iría contra
el propósito Divino. Usted debe de confiar y seguir confiando, sabiendo que
cuando es hecha la voluntad de Dios, es lo mejor no solo para usted, pero para
esos alrededor de usted.
Hay otro aspecto de la verdad que se pasa por alto; es
fácil perder vista del bosque por los árboles. Usted puede considerar que sus
oraciones no están siendo contestadas cuando en realidad si están siendo
contestadas. Ninguna persona puede decir verdaderamente:
“Sigo orando y nada pasa.” Algo siempre sucede. Yo creo que, aunque
Dios no contesta siempre la oración, Dios siempre le contesta a la persona que
hace la oración. Cuando ora, como le he indicado, y con su confianza completa
en Él, algo siempre sucede. ¿Cómo contesta Dios la oración? A veces por darnos
las cosas que buscamos. A veces por negarnos las cosas que buscamos. Pero la
negativa es tanto una respuesta, como en verdad una respuesta amorosa, como la
negativa de la madre a su hijo en darle todo que pide. A veces en hacerlo
esperar, hasta que la cosa que usted busca está lista para usted o hasta que usted
está listo para ello. En ambos casos la respuesta es una respuesta de amor.
Cuando usted ora, y seguí orando, usted entrara en un compañerismo con Dios, y
en la Divina voluntad de Dios.